El truco para eliminar las manchas amarillas de la ropa blanca

El bicarbonato de sodio, el vinagre blanco, el limón o el agua oxigenada son algunos de los ingredientes que pueden devolver la ropa blanca a su esplendor original

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Mancha amarilla en una camiseta (pexels)
Mancha amarilla en una camiseta (pexels)

Todo el mundo se ha encontrado, alguna vez, una mancha amarilla inexplicable en alguna prenda blanca que, además, es imposible de quitar. Es decepcionante tener que dehacerse de ropa por verse incapaz de limpiarla del todo de ese tono amarillento que elimina el brillo y da una imagen de suciedad sin importar cuanto se frote ni cuantas veces se meta en la lavadora.

Estas manchas, que a veces aparecen de la nada, pueden ser causadas por varios factores, como la mezcla del sudor con desodorante, las grasas corporales, el haber usado demasiado detergente, la oxidación, el contacto con productos químicos o incluso el almacenarlas de forma incorrecta.

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Por suerte, existe un truco muy sencillo, aunque desconocido por muchos, que Dida Oliver, una influencer de consejos y hacks de moda y ropa, ha compartido recientemente a través de su Instagram. En teoría, este truco servirá para deshacerse de estas manchas tan incómodas y devolver la ropa blanca a su color original, dejándola como nueva. Los ingredientes que se necesitan son 100 gramos de azúcar, 100ml de lejía, 100 gramos de detergente en polvo, y 1 litro de agua caliente. También será necesaria una bañera o un lavabo grande donde quepa toda la ropa que se vaya a lavar.

Una vez se tengan todos los ingredientes, el proceso será muy sencillo: se deben mezclar muy bien todos los ingredientes y sumergir la ropa en la solución resultante. No hace falta ni frotar: con dejarla en remojo durante la noche y escurrirla como se suela hacer, debería ser suficiente, en teoría.

Limón, vinagre, o bicarbonato de sodio: otros métodos para deshacerse de las manchas amarillas

El de Dida no es el único método para eliminar este tipo de manchas de la ropa blanca. Según Ecolaundry, una página web especializada en lavandería, hay varios aliados baratos que también pueden ser de ayuda. El bicarbonato de sodio es uno de estos: con solo mezclar un poco con agua hasta formar una pasta y, con un cepillo de dientes - o con la mano - frotarla sobre la mancha antes de lavar las prendas de la forma habitual (sin mezclar la ropa blanca con la de color), las marcas amarillas deberían desaparecer. En caso de no tener bicarbonato sódico - aunque es un compuesto muy barato que cuesta, 1,50 euros el kilo, según la página web de Mercadona - también se puede utilizar peróxido de hidrógeno, más comúnmente conocido como agua oxigenada, en la solución, según el medio especializado Lavado de Textiles.

Otro ingrediente útil es el vinagre blanco: sumergir las prendas sucias en una solución de vinagre blanco y agua durante unos 30 minutos antes de echarlas a lavar también es, según el medio, un truco infalible, ya que el vinagre ayuda a descomponer las manchas y actúa como suavizante natural.

El último de los aliados es el limón. En caso de que ninguno de los métodos anteriores funcione, exprimir un limón directamente sobre las manchas y dejarlo actuar durante unos minutos puede ser la clave: el ácido cítrico del limón ayuda, en teoría, a deshacer las manchas y blanquear las telas. Con suerte, alguno de estos métodos solucionará este problema tan común, permitiendo volver a ponerse las prendas que se creían perdidas por culpa de una mancha inexplicable que salió, aparentemente, de la nada.

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