El interés de las letras del Tesoro acelera su caída, pero los inversores mantienen su apuesta por ellas

Invertir en letras del Tesoro es cada vez menos rentable tras los continuos recortes que se están produciendo en los intereses que dan a sus compradores. En la subasta a plazos de tres y nueve meses celebrada este martes, el Tesoro Público ha colocado 1.840 millones de euros ofreciendo menos interés marginal por ellas que el mes pasado. Ello no ha mermado el apetito de los inversores por ellas y su demanda se ha situado en los 5.076 millones, más del doble de lo adjudicado.

El Tesoro ha colocado 997,294 millones de euros en letras a tres meses y la demanda ha sido de 2.153,144 millones de euros. Mientras que el interés marginal ha sido del 2,739%, inferior al 3,067% de la subasta de octubre y el nivel más bajo desde marzo de 2023.

En letras a nueve meses ha adjudicado 842,959 millones de euros, también menos de la mitad de la demanda que ha sido de 2.923,019 millones de euros. La rentabilidad marginal se ha reducido hasta el 2,699%, marcando mínimos de más de año y medio, y por debajo del 2,848% que ofrecieron en la subasta de octubre.

Este retroceso en los rendimientos también los sufrieron los inversores que la semana pasada compraron letras a seis meses, cuyo interés bajó hasta el 2,882% desde el 2,919% ofrecido un mes antes, lo que supuso el nivel más bajo desde enero de 2023.

A pesar de ello, el hambre por ellas de los ahorradores no se ha reducido y el Tesoro vendió 1.516,65 millones de euros, frente a los 3.395 millones solicitados, más del doble de lo adjudicado.

La única alegría de los que apuestan por las letras españolas se la han llevado este mes los que la semana pasada compraron a un plazo de doce meses, cuyo interés marginal subió hasta el 2,631%, por encima del 2,598% que dieron el mes pasado.

A este plazo, el organismo dependiente del Ministerio de Economía colocó 3.440,19 millones de euros, por debajo de la demanda de 5.254 millones registrada.

El recorte de la rentabilidad de la deuda pública española a corto plazo se viene produciendo desde que el Banco Central Europeo (BCE) decidió el pasado mes de junio iniciar una bajada de tipos de interés que volvió a repetir en septiembre y octubre hasta colocarlos en el 3,25%.

Este cambio de estrategia está afectando a las letras cuyos rendimientos han caído en los últimos meses por debajo del 3%, alejándose cada vez a mayor velocidad de los máximos del 4% que han llegado a ofrecer.

El Tesoro prevé para este año una emisión bruta de deuda de 257.572 millones de euros, un 2% más que en 2023, debido al incremento de las amortizaciones, y el grueso se cubrirá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública.

Prevé prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 55.000 millones para este ejercicio, lo que supone una reducción 10.000 millones respecto a las de 2023. Dentro de la estrategia del Tesoro para 2024 está previsto recurrir nuevamente a las sindicaciones para la emisión de determinadas referencias de obligaciones del Estado.

También entre sus objetivos para este año está mantener la diversificación de la base inversora y apostar por la emisión de bonos verdes como elemento estructural del programa de financiación, reforzando de esta forma el mercado de finanzas sostenibles.