Cómo saber si los neumáticos de tu coche están en buen estado

Realizar un correcto mantenimiento del vehículo es importante a la hora de mantener unos estándares de seguridad altos

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Neumáticos nuevos.  (Shutterstock)
Neumáticos nuevos. (Shutterstock)

Mantener el coche en un estado óptimo es uno de los aspectos más relevantes que hay que vigilar de forma constante. De no realizar las tareas de revisión y funcionalidad del vehículo, la probabilidad de tener un accidente incrementa. Por esa razón, una de las más básicas a regular es la de los neumáticos, ya que estos están a merced del asfalto, piedras y otros elementos que se puedan encontrar en las vías. Sin embargo, a pesar de ser uno de los componentes más fundamentales, no siempre se le presta la tención que se requiere.

Así, la revista de la Dirección General de Tráfico da unas características que a seguir para un adecuado manteamiento de los neumáticos. Por lo contrario, de no cumplir con sus consejos, se podrán experimentar una falta de adherencia y algunos movimientos extraños del vehículo fruto de la falta de dibujo en las ruedas. Por ello, se recomienda atender a una serie de factores que alertan de la salud de los neumáticos, tal y como explica Talleres Periago.

Los cinco elementos para saber su estado

Para tener la certeza de que están en buen estado, existen una serie de características que ayudan a conocer más sobre las ruedas. La primera de ellas es la más básica de todas: la presión. La cantidad de aire en los neumáticos es significativo a la hora de coger el coche sin tener incidencia alguna. Realizar mantenimiento constante de ellas permite darse cuenta de posible pinchazo o incidencias que pueden ser determinantes después en el contexto de la carretera y los accidentes. Además, también es una de las causas de gasto excesivo de combustible.

Un neumático en perfecto estado.  (REUTERS/Maxim Shemetov)
Un neumático en perfecto estado. (REUTERS/Maxim Shemetov)

Otro aspecto a vigilar es la del desgaste, que va ligado con el dibujo de la goma. Este hecho explica la cantidad de neumático que queda, y que de estar por debajo de cierta medida ya supone un peligro para el usuario y los demás conductores. Por tanto, nunca ha de ser inferior a 1.6 milímetros, ya que por debajo de esa cantidad disminuye el agarre. A su vez, el aspecto exterior es imprescindible. Muchas veces son las que se da un golpe con un bordillo, donde el neumático sufre cortes, arañazos y hendiduras a tener en cuenta.

Como todo en esta vida, el paso del tiempo es crucial. Así, la edad de estos también es un hecho diferencial. Por esa razón, se deben seguir las indicaciones de los fabricantes en cuanto al tiempo recomendado de cambio. Por último, analizar la cristalización de las gomas es otro factor imprescindible: afectan a la elasticidad del neumático.

Otros factores a vigilar

Además de tener siempre conciencia de las cuatro ruedas en uso, también es aconsejable no descuidar la de repuesto. Nunca se sabe cuando un imprevisto puede surgir, por lo que tener un mantenimiento regular en las de emergencia ayudan a evitar incidencias inesperadas.

Manteniminto de neumático.  (Foto: Shutterstock)
Manteniminto de neumático. (Foto: Shutterstock)

Por supuesto, asegurar que todas ellas están bien alineadas es otro hecho fundamental. Una mala práctica en este sentido puede forzar otros componentes del coche y crear una avería prematura. Por último, ser coherentes: usar el tipo de neumático recomendado. De vivir en zonas donde el clima azota a niveles extremos en alguna estación del año, la recomendación es tener dos juegos de neumáticos: uno para invierno y otro para verano. De esa forma, se mantendrán con menor desgaste y se alargará su vida útil.

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