La cotización del bitcoin se ha disparado desde que se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y se supo que Donald Trump será el próximo inquilino de la Casa Blanca. Desde entonces, la criptomoneda más utilizada del mercado ha subido un 18%, hasta alcanzar este lunes los 81.900 dólares, la cifra más alta de su historia.
Con la nueva subida, el bitcóin acumula siete sesiones al alza tras revalorizarse más de un 70% en el año. Su escalada se debe a “la abierta posición de Trump con respecto a este mercado, a diferencia de su posición en las elecciones de 2016, cuando era totalmente contrario”, argumenta el analista de mercados Javier Cabrera.
Por su parte, los analistas de Binance atribuyen la subida en vertical del cripto activo a una suma de “tendencias macroeconómicas e innovaciones financieras estratégicas, con las elecciones estadounidenses como principal impulsor significativo de este aumento”.
Otro de los catalizadores ha sido el lanzamiento de los fondos cotizados (ETF) de bitcóin al contado en Estados Unidos en enero, “un hito significativo que ha amplificado la participación institucional en el espacio cripto”, señalan los analistas.
En esta línea, Javier García de la Torre, director de Binance España y Portugal, incide en que los nuevos récord del bitcóin son un testimonio de su resistencia y atractivo como reserva de valor: “Tras un periodo de estabilización, este hito pone de relieve el continuo optimismo que rodea a bitcóin y su potencial de crecimiento sostenible tanto en los mercados tradicionales como en los emergentes”.
También Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers, señala que a pesar de que Donald Trump en 2021 pidió una alta regulación del bitcoin, ahora ha cambiado de opinión y el presidente electo “lo tiene en el punto de mira de la desregulación”.
Activos favorecidos
Junto al bitcoin, otros activos favorecidos por el triunfo de Trump son los industriales, el financiero, el del petróleo, especialmente el del fracking en EEUU y, en Europa, al sector de Defensa, al haber expresado el líder republicano su intención de que los países integrantes de la OTAN cumplan con el gasto comprometido en este sector.
También las rebajas de impuestos que Trump quiere implementar y la desregulación impactará positivamente sobre las pequeñas y medianas empresas de EEUU, “algo que ya comenzó a plasmarse en la evolución del índice Russell 2000 a finales de la semana pasada”, apunta Iñigo Isardo Rey, analista de Link Securities. Además, el sector de las aerolíneas también se vería beneficiado si Trump favorece el fracking, ya que el petróleo constituye uno de los mayores costes de sus cuentas de resultados.