Fue modelo, actriz y presentadora de un programa de éxito pero decidió irse a una cabaña en el bosque: por qué Beatriz Montañez lo dejó todo

Quienes hayan seguido El Interrmedio desde sus inicios recordaran que su actual presentadora, Sandra Sabatés, no siempre estuvo enfrente de las cámaras junto al Gran Wyoming. Y es que el mítico programa de La Sexta, en emisión desde el año 2006, contó con otra presentadora que, hasta el año 2011, se convirtió en uno de los rostros más reconocibles de la televisión nocturna: Beatriz Montañez, y actualmente tiene una vida muy distinta de la que cabría imaginar.

Beatriz comenzó su andadura en el mundo de los medios de comunicación en una emisora local del municipio de Almadén, en Castilla-La Mancha. Se licenció en Medios de Comunicación en la Universidad de California, en Estados Unidos, y cursó un master en la Universidad de Stanford. De manera paralela, fue trabajando en diversos medios de habla hispana del país norteamericano, mientras también trabajaba como modelo en algunas campañas publicitarias.

Al volver a España, se incorporó a Cadena SER, pero pronto se incorporó al mundo de la televisión tras la apertura de La Sexta en 2006 para copresentar, junto al Gran Wyoming, el nuevo programa de El Intermedio. Allí permaneció durante cinco años, con secciones propias como Fritanga de medios, un repaso a las noticias diarias que contribuyó al Premio Ondas que ganó como el mejor programa de actualidad.

Sin embargo, Beatriz decidió dejar el programa tras cinco años al frente para “descansar y acometer nuevos proyectos de formación personal”. En el programa se despidieron de ella cariñosamente, y aun pudimos verla en otros proyectos como El gran debate, junto a Jordi González en Telecinco, o Hable con ellas, con Alyson Eckmann, Natalia Millán, Sandra Barneda y Yolanda Ramos. También participó en proyectos cinematográficos, como las películas 88 o De chica en chica y la serie de 7 vidas.

Parecía que el mundo del cine también podía reportarle los éxitos que ya había cosechado en el mundo de la televisión, puesto que en 2017 se estrenó como guionista en Muchos hijos, un mono y un castillo. Esta historia real se convirtió muy pronto en uno de los proyectos de no ficción más conocidos del año, alzándose al año siguiente con el Goya al Mejor documental.

“Para mí era una necesidad retirarme, me saturé de mí misma”, contó en una entrevista que le realizaron tres años después, en 2021. Habían pasado años sin saberse nada de ella. Y es que Beatriz Montáñez decidió, en cierto momento, refugiarse en la naturaleza en una cabaña en la montaña. Sin teléfonos, sin ruido, sin el ajetreo de la vida cotidiana. “Tenía un trabajo que todo el mundo hubiera pensado que era maravilloso y una vida, vista desde fuera, que parecía idílica, pero había algo dentro que no estaba funcionando”.

Allí es donde escribió Niadela, un libro publicado ese mismo año en el que explicaba su cambio de vida. Entre otros cambios que introdujo, además de su nueva residencia, destaca que solo sale a comprar cada 25 días, el haberse hecho vegana y vivir solo de lo que ahorró durante tantos años en el mundo del espectáculo. De este modo, afirmaba que su gasto mensual era de unos 100 o 150 euros al mes. “Ahora me caigo mejor que antes”.