El agua es el componente químico principal del componente humano y representa hasta un 70% del peso de cada persona. Su consumo es clave para mantener una buena salud, que permite que el cuerpo humano funcione de forma correcta. El agua ayuda a eliminar los desechos corporales a través dela orina o el sudor, regula la temperatura temporal, lubrica y amortigua las articulaciones y además protege los tejidos sensibles.
Por ello, tener una fuente de agua potable es vital para cada uno de nosotros. En España, es común que la población tenga acceso a agua apta para el consumo directamente en sus casas, pues en prácticamente la totalidad del territorio el agua es potable. En los últimos años, varios estudios, instituciones y expertos han animado a la población a consumir agua del grifo, que está considerada como la más segura de las disponibles.
Sin embargo, aspectos como la dureza del agua, causado por el contenido en sales de cal y magnesio, hacen que algunas tengan un sabor mejor o peor. Según un análisis realizado por la OCU, en las zonas donde el agua es dura, suele tener mal sabor, por lo que es más habitual utilizar aguas minerales.
La calidad del agua en España, por municipios
El estudio de la OCU, elaborado en 2014, analizó muestras de agua del grifo de 62 municipios en España para evaluar su calidad. Este análisis reveló que, aunque la mayoría de las localidades cuentan con agua potable de buena calidad, en siete de ellas se encontraron contaminantes o residuos derivados de un tratamiento inadecuado.
Para la OCU, la mejor agua del grifo en España se ubica en Burgos, San Sebastián y Las Palmas. En Burgos, los análisis de la organización evidenciaron un agua con pocos minerales, sin nada de cal (blanda) y sin contaminantes de ningún tipo. En San Sebastián también encontraron un agua de mineralización muy ligera. Por su parte, en Las Palmas, el agua procedente de diversos orígenes (desaladoras, pozos propios y acuíferos) resultó en el podio.
Por el otro lado, de las 62 muestras recogidas, solo se encontraron deficiencias en siete. No eran lo suficientemente graves como para que dejaran de ser potables, pero requerían medidas de corrección. La peor agua del grifo de todas para la OCU se encontraba en Lebanza (Palencia). En esta localidad, encontraron presencia de E. Coli, indicador de contaminación fecal y reciente, porque sobrevive poco tiempo en el ambiente. El agua de esta localidad además superaba los máximos en otros indicadores, lo que evidencia una calidad del agua muy deficiente cuando hicimos el muestreo.
Ciudad Real tiene de las peores aguas de España, pues en ella han detetado trihalometanos (99,7 microgramos/litro, rozando el límite que está en 100 mcg/l), sustancias que resultan de la combinación del cloro con la materia orgánica del agua durante la potabilización del agua. En Palma de Mallorca el agua también suspende: es muy dura y está muy mineralizada, lo que le da un peor sabor. Lo preocupante para la OCU es que contenía 26 mg/litro de nitratos, un poco por encima del nivel que recomienda la OMS (25 mg/l).