Un radiólogo y un urgenciólogo en Francia van a juicio por supuesta negligencia en la actuación que tuvieron con un joven que acudió a consulta por una fractura de nariz y que acabó muriendo horas más tarde. Quien lleva el caso es el tribunal judicial de Agen, donde se han presentado cargos de homicidio involuntario contra los dos médicos.
Según el medio francés Sud Ouiest, estuvieron a cargo de la atención de Sébastien, un hombre de 31 años que falleció tras ser admitido en el hospital de Marmande el pasado 2014. El caso se remonta al 17 de mayo de ese mismo año, cuando Sébastien, tras sufrir una caída en bicicleta que le fracturó la nariz, fue ingresado en el centro hospitalario con una herida en el labio y una preocupante falta de sensibilidad en sus extremidades.
A las pocas horas de su ingreso, el radiólogo de guardia informó que las imágenes del escáner eran normales. Sin embargo, hacia las 22:30, Sébastien comenzó a experimentar dolor de garganta y dificultades para tragar. A pesar de estos síntomas, el radiólogo, contactado en su hotel, mantuvo su diagnóstico inicial, según relata este medio.
Una intubación tardía y omisión de un dato “crucial” para el diagnóstico
El estado de Sébastien se agravó a medianoche, presentando serias dificultades respiratorias. El radiólogo, al regresar al hospital, admitió no haber comunicado un detalle que consideraba insignificante: un engrosamiento de la epiglotis visible en las imágenes del escáner. No lo consideró así la Fiscalía, que argumenta que este dato era crucial para el diagnóstico y tratamiento del paciente.
La situación, según las observaciones que le realizaron, requería una mini-traqueotomía, procedimiento que el urgenciólogo intentó coordinar con el Centro Hospitalario Universitario de Burdeos para transferir a Sébastien, según él, siguiendo el protocolo establecido. Casi una hora después, el paciente aún no había sido intubado. El urgenciólogo declaró ante el tribunal que, en su opinión, Sébastien no estaba en insuficiencia respiratoria.
Finalmente, a la 1:20 de la mañana, fue otro profesional sanitario el que realizó la mini-traqueotomía, pero ya era tarde. Sébastien falleció poco después. Durante el juicio, el urgenciólogo defendió su actuación, afirmando que aún “no comprendía” las causas exactas de la muerte.
“¿Un ciudadano corriente se da cuenta y no el doctor?”
La familia de Sébastien decidió no realizar una autopsia, un hecho que la defensa destacó durante el juicio. En la audiencia, el padre del fallecido expresó su indignación, cuestionando la falta de reacción del personal médico ante la evidente gravedad del estado de su hijo.
Relata que un amigo de su hijo estuvo ese día junto a su cama: “Él (su amigo), un ciudadano común y corriente, se da cuenta de que algo anda mal ¿y no el doctor? Esto es inaceptable”, esgrimió el progenitor en unas declaraciones recogidas por el medio Midi Libre. El radiólogo y el urgenciólogo, quienes continúan ejerciendo, enfrentan acusaciones de no haber transmitido información crucial y de proporcionar una atención inadecuada. El veredicto del tribunal se espera para el próximo 10 de diciembre.