La Fiesta de San Martín se celebra el 11 de noviembre en conmemoración del día del Funeral de San Martín de Tours. En muchos países es la fecha de referencia para el fin del año agrícola, de la cosecha y de la matanza del cerdo —no por nada dice el refrán que “a cada cerdo le llega su San Martín”—, por lo que se celebra a menudo con fiestas en las que circulan el vino y los embutidos. Pero la festividad también se conoce por el ‘veranillo de San Martín’, ya que en este periodo suelen producirse los últimos coletazos de un clima suave antes de la llegada de las temperaturas invernales. En términos más científicos, la Agencia Estatal de Meterología (AEMET) explica que se trata de “períodos otoñales con tiempo anticiclónico”, o sea, con un ambiente templado y sin lluvias, que suele durar de cinco a diez días.
Pero este año no habrá ‘veranillo de San Martín’, o al menos no en las fechas en las que supuestamente le corresponden, ya que se puede considerar que casi todo el mes de octubre, en el que han predominado unas temperaturas suaves, ha sido un “veranillo”. Y no lo habrá porque ya llega el frío a España (o a la Península Ibérica, más bien).
Según las previsiones meteorológicas, en los próximos días la mayor parte del país vivirá un cambio importante en el clima que traerá un marcado descenso de las temperaturas y condiciones más invernales. A partir de la próxima semana, muchas regiones del país experimentarán un notable enfriamiento, acompañado de lluvias y nevadas que afectarán principalmente a zonas montañosas y del norte.
La previsión más reciente indica que entre el martes y el miércoles se producirá una caída pronunciada de las temperaturas. Este descenso será impulsado por la llegada de una masa de aire frío procedente del noreste. Las temperaturas máximas se reducirán significativamente, situándose por debajo de los 15°C en amplias zonas, y en lugares como Burgos pueden caer por debajo de los 10°C. Además, las mínimas bajarán en todo el territorio, con heladas extendiéndose por más áreas de la península.
¿Una nueva DANA?
La llegada del frío a España la próxima semana estará influida por un fenómeno atmosférico clave: el anticiclón británico. Este sistema de alta presión se situará sobre las islas británicas y, desde esa posición, impulsará una circulación de aire frío desde el noreste hacia la Península Ibérica. La fuerza y persistencia de este anticiclón determinará si la masa de aire frío logra descender hasta España y si llega a aislarse una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) sobre el país.
En el caso de que se forme una DANA, el panorama podría tornarse más inestable, con precipitaciones generalizadas que incluirían nevadas en cotas medias. Esta configuración es contemplada por varios modelos meteorológicos, como el ICON, GFS y GEM, así como por la predicción probabilista del modelo de referencia ECMWF. De concretarse, la nieve podría caer en regiones del interior, aumentando las probabilidades de un ambiente invernal más severo.
Por otro lado, si el anticiclón británico no permite el aislamiento de una DANA, la masa de aire frío llegaría a España, pero las precipitaciones serían menos extensas, limitándose al norte y al este, y las nevadas se restringirían a zonas de montaña por la escasez de precipitaciones. Por supuesto, en todo este panorama habrá una excepción que no sorprenderá: las islas Canarias mantendrán temperaturas más cálidas que el resto del país.