Un jubilado logra expulsar a los narcotraficantes de su calle colocando plantas y su ciudad le premia con una medalla: “Nunca perdí la calma”

Los vecinos estaban hartos de no poder descansar por las noches, ya que una multitud de jóvenes se agrupaba frente a su vivienda. Cuatro años después, han conseguido recuperar la tranquilidad

Las plantas han ayudado a terminar con el narcotráfico en una calle de Niza. (Amanda Perobelli/Reuters)

Los vecinos de una calle de la ciudad francesa de Niza, en la región de los Alpes Marítimos, estaban hartos de los conflictos que se vivían diariamente en su vecindario: viviendas ocupadas, tráfico de drogas y jóvenes conflictivos que a altas horas de la madrugada bebían y fumaban sin permitir el descanso de las personas que vivían allí. Cuatro años después, esta situación ha terminado en la calle de l’Ancien Sénat gracias a la iniciativa de un vecino jubilado de 67 años, Jean-Jacques, que quiso recuperar la paz y tranquilidad.

La calle, que cuenta con una pequeña pendiente y fachadas en colores ocres y rosas, se ha convertido en un jardín. En 2020, cansado de ver desde su casa del segundo piso a los jóvenes fumando cannabis, gritando y bebiendo, quiso plantarles cara, pero no de una forma que pudiese terminar en un altercado violento. “Gritaban sin parar, a veces desde las 3 de la mañana y hasta las 5 de la mañana. Los olores a cannabis eran insoportables. El clima era opresivo. Se había vuelto inhabitable”, cuenta al medio Le Figaro Jean-Jacques, que vive desde hace 25 años en esa casa de Niza.

“Enfrentarlos no habría ganado mi caso. Simplemente estaban esperando eso, pero yo nunca quise ser agresivo”. Por ello, decidió comenzar con una pequeña acción con la que intentar ahuyentarlos: reverdecer la calle con plantas y convirtiéndola de nuevo en un lugar agradable. “Me dije que cuando ya no tuvieran sitio, acabarían por irse. Al principio me quitaron las macetas, así que tuve que sujetarlas con cadenas y cables fijados en la pared. Luego arrancaron las plantas de sus macetas, pero nunca perdí la calma”, relató.

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Macetas en las calles. (Manel and Sean/Pexels)

La calle comenzó a llenarse de multitud de macetas, y sus vecinos le siguieron, por lo que acabó convirtiéndose en un lugar atractivo para los turistas que visitan Niza: “¡Es la calle más fotografiada de Niza! La más ‘instagrameable’”, afirma un vecino, en declaraciones a los medios franceses. Todo esto, sumado a la instalación de una cámara de videovigilancia en una de las fachadas, ahuyentó a los jóvenes que se reunían allí por las noches y a los traficantes de drogas y los delincuentes que intentaban trepar por las paredes para introducirse en alguna vivienda a través de las ventanas.

Una acción galardonada

La calle de l’Ancien Sénat acabó por estar repleta de laureles, hiedras y madreselvas que, junto con el color de las paredes, crearon un bonito escenario. En total se colocaron 141 jardineras en el suelo, así como otras 40 en los ventanales de las fachadas. La iniciativa fue apoyada por el alcalde de la ciudad, Christian Estrosi: Jean-Jacques ha sido condecorado con la medalla de voluntario y el riego de las plantas pasó a ser financiado por el municipio.

Sin embargo, el jubilado asegura que gran parte del dinero ha salido de su propio bolsillo, ya que ha gastado para este jardín cerca de 8.500 euros en los últimos cuatro años, que principalmente eran ahorros para sus vacaciones. Pese a ello, no planea detenerse y continuará llenando de plantas y flores la calle de Niza.

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