El momento de recibir una herencia tras el fallecimiento de un familiar puede ser emocionalmente complicado y también presenta retos económicos y administrativos. Uno de los principales obstáculos es el pago del Impuesto de Sucesiones, que grava el traspaso de bienes y derechos a los herederos. Sin embargo, existen mecanismos legales que permiten a los herederos afrontar este tributo sin necesidad de disponer de fondos propios.
Este impuesto se erige como un tributo gestionado por las comunidades autónomas, lo que significa que las condiciones y bonificaciones varían según la región. Dependiendo del grado de parentesco, la edad del heredero y otras circunstancias, algunas comunidades aplican importantes reducciones o incluso exenciones en el pago de este impuesto. Por ejemplo, autonomías como Madrid y Andalucía han reducido considerablemente o eliminado el impuesto en determinados casos, permitiendo a los herederos recibir los bienes con mínima carga fiscal.
No obstante, en regiones donde el impuesto sigue aplicándose de forma significativa, los herederos pueden enfrentarse a la difícil situación de no tener liquidez suficiente para cubrir el pago de dicho tributo. Afortunadamente, la legislación prevé soluciones para estos casos.
Opciones clásicas: préstamos y aplazamientos
Una de las alternativas para los herederos que no disponen de fondos propios es solicitar un préstamo o un aplazamiento en el pago del impuesto. Aunque estas opciones cumplen con el objetivo de permitir el acceso a la herencia, implican intereses y pueden conllevar un coste financiero adicional a largo plazo. Los préstamos, en particular, deben ser gestionados con cautela para evitar cargas excesivas en el futuro.
Una solución más directa y efectiva es la posibilidad de pagar el Impuesto de Sucesiones con el propio dinero de la herencia. Esta opción está contemplada en el artículo 80 del Reglamento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que regula los plazos y formas de pago. La ley permite que los herederos soliciten al banco la emisión de talones a nombre del Tesoro Público con cargo al patrimonio del fallecido. Esto significa que el banco puede liberar los fondos necesarios de la cuenta del difunto para cubrir el pago del impuesto.
Este procedimiento garantiza que los herederos no tengan que recurrir a fondos propios para pagar el tributo y puedan recibir la herencia sin comprometer su situación financiera. La medida está diseñada para aliviar la carga fiscal y facilitar la tramitación de la herencia.
Procedimiento para solicitar el uso de los fondos de la herencia
Según el Banco de España, el proceso para solicitar al banco el uso de los fondos del fallecido para el pago del impuesto requiere la presentación de la siguiente documentación:
- Certificado de defunción.
- Certificado del Registro de Actos de Última Voluntad.
- Copia autorizada del último testamento o, en su defecto, una declaración de herederos.
Una vez presentada la documentación, el banco procederá a liberar los fondos necesarios y emitirá un cheque por el importe del impuesto a nombre de la Agencia Tributaria. Este proceso asegura que los herederos puedan saldar sus obligaciones fiscales y recibir el patrimonio sin necesidad de hacer un desembolso inicial.