La princesa Leonor cumplió 19 años el pasado 31 de octubre. Una fecha que, si bien está señalada en el calendario de la Casa Real y el pueblo español, pasó casi como desapercibida. No hubo celebraciones, no hubo fiestas, tampoco reuniones familiares, según desvela ¡Hola! Y es que, este año, su gran un día estuvo marcado por el luto de la catástrofe a la que aún sigue haciendo frente España: la DANA.
Consciente de la gravedad y estragos que provocaron las lluvias torrenciales en la zona Levante peninsular, la primogénita de los reyes Felipe y Letizia también estaba muy afectada por todo lo sucedido. Así, sus ánimos no estaban para llevar a cabo grandes celebraciones. De esta manera, canceló sus planes y llevó al mínimo todo lo relacionado con su gran día.
Tras la celebración de los Premios Princesa de Asturias 2024, llevados a cabo el 25 de octubre, la primogénita de los reyes Felipe VI y Letizia se trasladó a Pontevedra para continuar su formación militar en la Escuela Naval de Marín. Precisamente fue allí donde pasó su cumpleaños, que al caer entre semana (jueves) realizó la rutina que lleva a cabo normalmente en el centro de formación marítima.
Un viaje inesperado
Si bien no se esperaba grandes cosas para su cumpleaños, lo cierto es que la futura reina fue sorprendida con una visita inesperada, pero muy especial. Después de tener un intenso día repleto de actividades, la joven tuvo un emotivo reencuentro con su hermana, la infanta Sofía, viajó en secreto a Galicia para acompañarla en las últimas horas de cumple.
Las dos protagonizaron un tierno momento al fundirse en un cálido abrazo, que se dieron nada más verse. Las hijas de los reyes pasaron una noche tranquila en la Escuela Naval de Marín, donde la princesa tuvo la oportunidad de soplar las velas de la tarta con sus compañeros, incluido, seguramente, su primo Pedro López-Quesada, que va un curso por detrás de ella. Las personas de su entorno desvelaron a ¡Hola! que dadas las terribles circunstancias, el gran regalo para la princesa de Asturias “fue poder compartir tiempo con su hermana”.
Por si fuera poco, las dos hermanas arrancaron el puente de Todos los Santos de la mano, ya que la benjamina de los Borbón y Ortiz retomaba sus clases en el UWC Atlantic College de Gales el lunes, 4 de noviembre, por lo que disfrutaron de su compañía durante dos días más.
Como cada día
Aunque era su cumpleaños, la heredera al trono madrugó como cada mañana. Vestida con su jersey azul marino de invierno de la Armada Española, pantalón de uniforme, deportivas y chaleco salvavidas, a las 7:55 horas, ya estaba en formación con el resto de sus compañeros en el patio del edificio de las aulas para dar comienzos a sus actividades en la Escuela Naval.
Así, asistió a clases y, por la tarde, se embarcó en un pequeño velero para realizar tareas de instrucción marinera por la ría de Pontevedra. Poco después salieron al mar, donde Leonor tuvo que prepararse con la supervisión de los mandos, cargando con la vela y los remos por el muelle, izándola con la ayuda de dos compañeras y en una de las embarcaciones haciendo maniobras.