Las herencias que se queda solo una persona: qué tiene que pasar para ser heredero único

Ya sea el heredero un hijo o hija o cualquier otra persona, gestionar una herencia con un único heredero tiene sus peculiaridades

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Los herederos pueden renunciar a los bienes que están llamados a recibir. (Freepik)
Los herederos pueden renunciar a los bienes que están llamados a recibir. (Freepik)

En la compleja red del derecho sucesorio, la figura del heredero único destaca por sus particularidades y las condiciones que deben cumplirse para que una persona asuma tal posición. Esta categoría de heredero implica que una sola persona hereda la totalidad de los bienes, derechos y obligaciones de una herencia, absorbiendo tanto activos como pasivos del fallecido. A lo largo de la historia y en distintas legislaciones, esta figura ha jugado un papel crucial en la transmisión de patrimonios.

Un heredero único se define por su exclusividad en la recepción de la herencia. Esto ocurre generalmente cuando el testamento lo establece de forma explícita, designando a una sola persona como destinataria de todos los bienes y responsabilidades. También puede surgir en situaciones donde no existe testamento, y la ley busca a la persona más próxima en la línea sucesoria para heredar todo el patrimonio. Este proceso de búsqueda puede llegar a convertir a esa persona en heredero único y, a menudo, universal.

Es importante entender que el heredero único también asume la posición de heredero universal. Esta última figura hereda no solo los bienes, sino también las deudas del difunto, obligándose a responder por todas las responsabilidades patrimoniales. De ahí que el heredero único, al aceptar la herencia, lo haga por completo, sin posibilidad de dividir sus obligaciones y derechos.

Diferencias entre heredero único y otras figuras

No debe confundirse la figura del heredero único con la de un legatario. Mientras que el heredero único absorbe la totalidad del patrimonio y asume todas las responsabilidades, el legatario es beneficiario de una parte específica de la herencia designada por el testador. El legatario no responde por deudas y su participación depende del remanente de la herencia tras la liquidación de las obligaciones y la asignación de las partes forzosas a los herederos legítimos.

Además, un heredero universal no es necesariamente un heredero único, pues pueden coexistir varios herederos universales que comparten derechos y deberes sobre el patrimonio. En contraste, el heredero único es el único receptor, ya sea por voluntad testamentaria o por disposición legal en ausencia de un testamento y otros herederos conocidos.

Cuando el patrimonio del difunto incluye deudas, la aceptación de la herencia puede resultar compleja. Sin embargo, el heredero único tiene la opción de aceptar la herencia “a beneficio de inventario”, un mecanismo legal que le permite liquidar las deudas utilizando primero los bienes heredados. Si después de saldar las deudas queda un remanente, el heredero lo recibe. Este enfoque protege al heredero de tener que cubrir deudas con su propio patrimonio personal, limitando su responsabilidad al valor de los bienes heredados.

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Qué ocurre si el heredero único renuncia

En caso de que el heredero único decida no aceptar la herencia, la misma se traslada al siguiente en la línea sucesoria. Si no se encuentra a ningún pariente que cumpla los criterios, la herencia pasa al Estado. Por otro lado, si un legatario renuncia a su parte, su derecho se integra al conjunto de la herencia para ser distribuido entre los herederos universales.

Entender estas diferencias y mecanismos es esencial para gestionar de forma adecuada las decisiones relacionadas con una herencia, especialmente en casos donde una sola persona pueda ser la heredera única y universal de un patrimonio.

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