La vida de Jessica Thorpe sufrió un drástico giro en abril de 2020. En esas fechas, trabajaba como enfermera en la Cumbria, Northumberland, Tyne and Wear NHS Foundation Trust (Fideicomiso del NHS de Cumbria, Northumberland, Tyne y Wear), una institución que ofrece servicios de salud mental, discapacidades de aprendizaje y neurorrehabilitación. Sin embargo, su empleo se vio inmerso en una interminable suspensión provocada por la denuncia de un paciente, que aseguraba haber mantenido “relaciones íntimas” con ella. A los tres días, Jessica ya no podía ejercer como sanitaria.
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El fideicomiso en el que trabajaba Jessica es uno de los más grandes del país. Atiente aproximadamente a 1,7 millones de personas. Los administradores, tal y como ha explicado el medio inglés Daily Mirror decidieron que lo mejor era apartar a la enfermera, por lo que inició una suspensión que no terminaría hasta octubre de 2022. Habían pasado más de dos años desde que la habían suspendido, pero entonces le enviaron un correo en el que le anunciaban que finalmente podría volver. Ella, no solo presentó su dimisión al mes siguiente de volver, sino que además denunció a la empresa por despido improcedente, incumplimiento de contrato y deducción ilegal de su salario.
Sin evidencias pero con muchas dudas
Ahora, el tribunal ha dado la razón a Jessica, entendiendo que desde julio de 2021 no había “causa razonable y adecuada” que explicara que Jessica “siguiera suspendida”. Por aquel entonces, tuvo lugar una audiencia disciplinaria -más de un año después de haber suspendido a la enfermera- donde un panel de expertos concluyó que no había “evidencias concluyentes” que sostuvieran la acusación del paciente. A pesar de esto, el fideicomiso no avisó a Jessica para que volviera, y esta nunca supo de esta conclusión.
La razón por la que esto ocurrió es que, a pesar de lo dictaminado por el panel, el director de operaciones del Trust revisó posteriormente las declaraciones de todos los testimonios y vio que había cuestiones que le dejaban inquieto. El tribunal no quiso ir más allá de si esta inquietud podía o no estar justificada, y en cualquier caso dictaminó que, en efecto, la suspensión se había prolongado un año más de lo que era justificable.
Del mismo modo, el fideicomiso alegó que la posterior renuncia de Thorpe, cuando sí la readmitieron, se debió a que durante el tiempo que no había estado trabajando, esta había ganado dinero como influencer en sus redes sociales y ahora podía subsistir con ese dinero. Dicha suspensión, por lo tanto, la había beneficiado, ya que en apenas un año había cuatriplicado sus ingresos de lo que cobraba por sus publicaciones en redes sociales, hasta rozar las 20.000 libras.
“Es una rareza de este caso que después de más de dos años de exigir al demandado que cumpliera su parte del contrato”, razona el tribunal en la sentencia, “renunciara cuando en otros contextos el incumplimiento podría considerarse como subsanado”. Con todo, el juez consideró que “no existe restricción alguna” que pudiera volver ilícita la nueva forma de ingresar dinero de Jessica. “Si la duración de la suspensión le dio la oportunidad de explorar el potencial de las actividades de las redes sociales para generar ingresos, entonces que así sea”.
Las palabras de la enfermera tras la decisión judicial
Por su parte, Jessica se ha pronunciado sobre esta sentencia a través de una historia subida a su cuenta de Instagram. En ella, asegura conocer las publicaciones que se están haciendo respecto a su caso. “No me imaginaba que sería tan rápido”, reconoce. “Entiendo que algunos de vosotros podáis tener preguntas, pero después de seguir el consejo de mi abogado, a pesar de que han pasado cuatro años y medio desde entonces, los procedimientos no han concluido por completo”. De este modo, a la espera de la presentación de un recurso, ha preferido no hacer comentarios.
“Todo lo que voy a decir por ahora”, continúa, “es que estos últimos cuatro años y medio han sido una tortura para mí, y yo no merecía ni un segundo de ella. Me alegro de que el final del camino esté cerca”. Se despide, así, asegurando que no se tomará ningún tiempo libre de las redes sociales. “Esto ya me ha robado años de mi tiempo y felicidad, y no voy a permitir que me robe más”.