La Fiscalía ha mantenido este jueves en sus conclusiones definitivas su petición de cinco años de cárcel para el cantaor Diego el Cigala, que ha sido juzgado en Jerez de la Frontera (Cádiz) por presuntos malos tratos a su ya expareja, Dolores Ruiz Méndez, conocida como Kina Méndez.
En el informe final del juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 3 de Jerez y que ha durado más de cinco horas, la fiscal ha reconocido que la principal prueba de cargo en este caso ha sido la declaración de la víctima, que considera “firme, persistente, sin contradicciones y coherente”, según informaciones de EFE.
El acusado, por su parte, ha atribuido la denuncia por maltrato de su exmujer a los celos que ella tenía, y ha relatado varios episodios en los que ella, supuestamente, le “formó espectáculo” o le “lió el pollo”.
Sin embargo, “el hecho de que fuera celosa no justifica un episodio de agresión posterior cuando ella cree que su marido la estaba engañando con otra personal”, ha sentenciado la fiscal.
El cantaor niega el maltrato
El cantaor ha negado rotundamente haber maltratado a la que fuera su mujer, y ha atribuido su denuncia a los supuestos celos que ella tenía. “Nunca le he puesto una mano (encima) a ninguna mujer, en la vida”, ha asegurado el artista. A preguntas de la Fiscalía, ha negado además haber insultado o amenazado con expresiones despectivas o humillantes a su ya expareja, a la que suministraba dinero para la gestión de la vivienda, o que la hubiera echado de casa.
Según ha expuesto el artista durante la vista oral, su exmujer llegó incluso a amenazarlo con denunciarlo por malos tratos para arruinar su carrera si no llegaban a un acuerdo de tipo económico y ha explicado que tuvo una relación sentimental con la denunciante -con la que tiene dos hijos menores- durante unos seis años, los primeros “súper bonitos” y los últimos “un pequeño infierno”.
Durante la vista, la jueza ha tenido que pedir al cantante que no se refiriera a la fiscal o la abogada de la acusación particular, tuteándolas o con expresiones como “cariño” o “corazón mío”.
El cantaor ya fue condenado en 2014 por el Juzgado de Instrucción 12 de Madrid por una falta de amenazas a una azafata, a la que tuvo que pagar 20 días de multa a razón de seis euros diarios, 245 euros, por los días que estuvo incapacitada para trabajar, además de 1.200 euros por las secuelas sufridas y 2.520 por los gastos médicos que tuvo.
Méndez ha relatado “un infierno” a su lado
La exmujer de el Cigala, Dolores Ruiz Méndez, ha relatado el “infierno” que vivió con el cantaor y ha asegurado ante el juzgado que ella era, para él, “un cubo de basura” y tenía “la culpa de todo lo que le pasara”.
En el juicio, la víctima ha expuesto que vivía con miedo, especialmente cuando residieron en Punta Cana (República Dominicana). “Estaba deseando venirme a España, fue un infierno”, ha indicado visiblemente afectada, refiriéndose a distintos episodios de insultos, amenazas, humillaciones que llegó a normalizar, y agresiones físicas como una bofetada, empujones o un pateo en el suelo.
La mujer ha relatado que, desde que nació el primero de sus dos hijos en común, la relación “no era buena”. Además, ha explicado que nunca quiso denunciar a su pareja, de quien estaba “muy enamorada” y que le pidió varias veces perdón, porque le daba “vergüenza”. Solo acudió a comisaría para denunciarlo, ha añadido, después de que él la amenazara con “quitarle a los niños” y no poder llegar a un acuerdo previo.
En contra de lo manifestado por el acusado, ha negado ser celosa y ha definido al cantaor como una persona a la que “no se le podía contradecir en nada”. Además, la víctima, que se ha reconocido como “totalmente económicamente dependiente” del artista desde que lo conoció, ha señalado también que en vez de “achicarse, le echaba cojones”, a pesar de que “en la cultura gitana los hombres mandan”.
* El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
*Noticia elaborada con información de EFE