Qué es la cobertura del seguro de responsabilidad civil para autónomos

Este seguro es una póliza que cubre los posibles daños causados a terceros durante la actividad profesional del asegurado

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Una trabajadora autónoma revisa las
Una trabajadora autónoma revisa las facturas de su negocio. (Freepik)

El seguro de responsabilidad civil es una herramienta esencial para los autónomos en España, ya que protege frente a los daños que el profesional pueda causar a terceros en el ejercicio de su actividad. Aunque este seguro es obligatorio solo en ciertas actividades, resulta muy recomendable para la mayoría de los autónomos, pues les ofrece una red de seguridad que evita que tengan que asumir personalmente los gastos de posibles errores, negligencias o accidentes laborales.

Este seguro es una póliza que cubre los posibles daños causados a terceros durante la actividad profesional del asegurado. Por ejemplo, un error en una reparación, un accidente en un local o un producto defectuoso pueden causar perjuicios a clientes u otras personas, lo que puede traducirse en reclamaciones judiciales y costes económicos significativos. Con este seguro, el autónomo puede contar con una cobertura financiera que le ayuda a enfrentar estas situaciones.

Además de proteger los intereses económicos del autónomo, el seguro de responsabilidad civil también asegura que los afectados por cualquier incidente recibirán la indemnización correspondiente, cubriendo daños tanto personales como materiales. Para autónomos que trabajan en contacto directo con el público o en entornos donde existe riesgo de causar daños, este seguro ofrece una tranquilidad adicional.

¿Cuándo es obligatorio el seguro de responsabilidad civil para autónomos?

El seguro de responsabilidad civil no es obligatorio para todos los autónomos, pero sí para aquellos cuyas actividades implican riesgos significativos o que están reguladas por normativas específicas. Entre los sectores donde se exige este seguro se encuentran:

  • Negocios de atención al público, como peluquerías, centros de estética, bares, restaurantes y clínicas privadas.
  • Servicios especializados, como instalaciones de gas, mantenimiento de ascensores, gimnasios y agencias de viajes.
  • Profesionales del derecho (abogados) y sectores de alto riesgo, como el de la pirotecnia.

En estos casos, el seguro es un requisito para obtener las licencias necesarias y garantizar que el negocio cumpla con la normativa. Además, algunas actividades, aunque no están obligadas legalmente, pueden tener más facilidad para captar clientes o contratos si cuentan con este tipo de seguro, pues inspira confianza en la seguridad del servicio ofrecido.

Tipos de responsabilidad civil para autónomos

Existen dos tipos principales de seguros de responsabilidad civil para autónomos: el seguro de responsabilidad civil general y el de responsabilidad civil profesional. A continuación, detallamos las diferencias entre ambos.

  • Seguro de responsabilidad civil general: cubre los daños personales y materiales que el autónomo o su actividad puedan causar a terceros. Por ejemplo, si un incendio en un local afecta a una tienda vecina o si se produce un accidente en el establecimiento del autónomo que causa daños a clientes, el seguro cubrirá los costos de reparación y compensación. Este tipo de seguro es adecuado para autónomos que gestionan locales comerciales o trabajan en contacto directo con el público.
  • Responsabilidad civil profesional: es una póliza diseñada para cubrir errores o negligencias directamente relacionadas con la práctica profesional. Este seguro es especialmente útil para autónomos que ofrecen servicios especializados, como asesoría legal, médica, técnica o educativa, donde los errores profesionales pueden tener consecuencias serias para terceros.

Coberturas y beneficios del seguro de responsabilidad civil

El seguro de responsabilidad civil para autónomos ofrece una serie de coberturas que protegen tanto al profesional como a los afectados por posibles incidentes. Algunas de las coberturas más comunes incluyen:

  • Indemnización por daños: El seguro cubre las indemnizaciones que el autónomo deba pagar a terceros por daños personales, materiales o incluso daños económicos derivados de su actividad.
  • Defensa jurídica: En caso de que el autónomo enfrente una reclamación, la póliza puede cubrir los gastos de abogados y los costos judiciales, evitando que el profesional asuma estos gastos por su cuenta.
  • Cobertura de fianzas: Si la situación lo requiere, el seguro también cubre el coste de posibles fianzas relacionadas con la actividad profesional del autónomo.
  • Asesoramiento jurídico: Algunos seguros ofrecen servicios de asesoría jurídica para que el autónomo pueda resolver dudas legales relacionadas con su actividad y el ámbito de la responsabilidad civil.
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Además de estas coberturas básicas, muchas aseguradoras permiten añadir coberturas opcionales, lo que permite al autónomo personalizar su póliza en función de los riesgos específicos de su actividad. Esto es útil para quienes buscan una mayor protección y adaptabilidad a sus necesidades particulares. Aunque no todas las actividades requieren un seguro de responsabilidad civil de forma obligatoria, su contratación es recomendable para la mayoría de los autónomos. En el día a día, es posible que surjan imprevistos o errores que afecten a terceros, y el seguro ayuda a reducir el impacto financiero de estas situaciones. Además, muchas veces la contratación de esta póliza ofrece una ventaja competitiva, ya que garantiza a los clientes que el autónomo cuenta con una red de seguridad ante posibles incidentes.

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