La catástrofe de la DANA en Valencia cambia el escenario para Sánchez en su momento más débil al condicionar nuevas ayudas a los Presupuestos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere volver a “hacer de la necesidad, virtud”. Cuando el secretario general del PSOE defendió ante los suyos la ley de amnistía, reivindicó que lo hacía “en el nombre de España, en el interés de España y en defensa de la convivencia entre los españoles”. Un año después, salvando las distancias y en un contexto muy diferente, el líder del Ejecutivo aprovecha la coyuntura política y social por la catástrofe de la DANA para pedir a los grupos que apoyen los Presupuestos (PGE) de 2025, una ley sobre la que pivota la estabilidad de la legislatura.

“Espero que podamos tener el apoyo mayoritario de la cámara para poder tramitar y aprobar unos Presupuestos hoy aún más necesarios que ayer”, expresó Sánchez en una rueda de prensa desde la Moncloa. El Gobierno aprobó este martes un primer paquete de medidas y ayudas dirigidas a los afectados de las zonas afectadas por la DANA, así como la declaración de zona catastrófica. Esta iniciativa, cuyo coste total de 10.600 millones de euros, es la primera piedra del llamado Plan de respuesta inmediata, reconstrucción y relanzamiento de la Comunitat Valenciana.

Estas ayudas no serán las únicas, ya que Sánchez anticipó que habrá más medidas ante la magnitud de la tragedia. Si bien, en el contexto de poder dar una respuesta al mayor desastre natural de la historia de España, el presidente del Gobierno advirtió que serán necesarios “muchos recursos económicos”, unos que se tendrán que pedir a las instituciones comunitarias y otros que “vamos a tener que desembolsar de nuestra de nuestras cuentas públicas”.

Según defendió, esta situación obliga a “revisar el impacto que va a tener sobre el déficit público y la deuda pública”, así como a “encontrar los vehículos más eficaces y más ágiles posible en el marco de los Presupuestos para poder llegar cuanto antes a dar la respuesta más eficaz y equitativa posible”. Esto es, después de la tragedia de la DANA en Valencia, el Gobierno tendrá que reajustar las cifras y cambiar el orden de prioridades para atender a los afectados. No obstante, en la Moncloa no se escapa que esta coyuntura puede suponer un balón de oxígeno para el presidente del Gobierno, incapaz de sacar adelante unos Presupuestos en su primer año de la actual legislatura.

Antes de la catástrofe, el Gobierno de coalición vivía sus horas más bajas. A su debilidad parlamentaria, que ha lastrado hasta ahora la actividad legislativa y ha obligado a retrasar las nuevas cuentas públicas, se le había sumado dos frentes de calado. Por un lado, la Justicia situó al exministro socialista José Luis Ábalos al borde de la imputación por su “papel relevante y de responsabilidad” en la trama del cobro de comisiones en la compra de mascarillas al inicio de la pandemia, que se conoce como caso Koldo (por su ex-asesor, Koldo García). Por el otro, Íñigo Errejón dimitió de todas sus responsabilidades políticas tras las acusaciones de violencia machista que, según Sumar y Más Madrid, el propio dirigente reconoció.

A la espera del desarrollo judicial de ambas causas, cuyos protagonistas han puesto en duda hasta dónde escala la responsabilidad en el seno de sus formaciones, el Ejecutivo trata de sacar la cabeza al enfocar todos sus esfuerzos en responder a las consecuencias de la DANA. En este sentido, ante la pretensión de Sánchez de condicionar futuras ayudas a los valencianos a la aprobación de los Presupuestos, sus socios parlamentarios admiten que el “escenario de las cuentas públicas cambia”, como subrayan desde ERC, pero algunas formaciones lanzan una advertencia al presidente del Gobierno.

Desde el grupo capitaneado por Gabriel Rufián destacan a Infobae España que “hay muchas medidas que se pueden y se deben aplicar antes de los Presupuestos”. “Ahora tocan medidas urgentes y no tan urgentes, que no dependen” del proyecto presupuestario, añaden. En Podemos, los morados elevan el tono y califican de “torpeza” por parte del Gobierno el hecho de supeditar más ayudas a los valencianos a la aprobación de unos PGE “para los que todavía no tienen apoyos”.

Fuentes de la formación morada recuerdan que, “como se vio en 2020 con la pandemia de la covid-19, no hace falta tener Presupuestos para sacar adelante un plan ambicioso y urgente de ayudas”. Por ello, los de Ione Belarra urgen al Ejecutivo a traer “cuanto antes ese fuerte escudo social para las familias afectadas por la DANA y que no condicionen esas ayudas a unos PGE que aún no han empezado a negociar y para los que no tienen apoyos suficientes”.

Dentro del grupo de Sumar en el Congreso, Compromís, como fuerza autonómica valenciana, ve razonable que la tragedia obligue a rehacer las cuentas públicas para dotar a esta comunidad de más recursos. En ese caso, fuentes de este partido auguran el apoyo de sus dos diputados a las cuentas públicas. Asimismo, fuentes de EH Bildu coinciden en tachar de “lógico” esta pretensión de Sánchez: “Para inyectar dinero e incrementar las ayudas para que lleguen a todas las personas y zonas afectadas, hará falta una reordenación del gasto. Sería conveniente que los PGE contemplen y tengan en cuenta la necesidad de esas nuevas ayudas”, destacan fuentes de la formación abertzale. El PNV, otro socio prioritario para que las cuentas reciban luz verde, apuesta por “seguir negociando”. “Nuestra disposición es que haya un acuerdo”, añaden voces del partido liderado en el Congreso por Aitor Esteban.

Por otro lado, si Sánchez quería apelar al PP con esta advertencia, el líder socialista se dio de bruces con la realidad. El primer partido de la oposición sigue lejos de respaldar una ley con la que el Gobierno apuntalaría la legislatura. Después del órdago de Sánchez, el partido de Alberto Núñez Feijóo se ratificó en rechazar los Presupuestos del Gobierno y acusó al presidente de estar utilizando a las víctimas de la DANA. “No vamos a aprobar a Sánchez unos PGE que ni ha presentado. Y menos aún utilizando a las víctimas en un chantaje por su interés. Las ayudas para los afectados pueden aprobarse fuera del debate presupuestario”, trasladaron fuentes de Génova.

Más allá de estas pretensiones, el primer paquete de ayudas aprobado este martes es ya una realidad y, una vez se someta a convalidación en el Congreso, será respaldado previsiblemente por una amplia mayoría de la Cámara Baja. Entre otras muchas medidas, este plan cuadruplica las ayudas previstas en la ley por fallecimiento, incapacidad, daños en enseres y en vivienda, y se hacen universales. También, se concederán 838 millones en ayudas directas a unas 95.000 pymes y autónomos.