La jubilación flexible es una modalidad que permite a los pensionistas en España compatibilizar su pensión con un empleo a tiempo parcial, ofreciendo una opción para quienes desean mantenerse activos en el mercado laboral y, al mismo tiempo, recibir ingresos adicionales. Este modelo es especialmente útil para aquellos que, tras años de trabajo, desean mantener una actividad laboral que les permita incrementar su pensión o complementar su economía sin renunciar a su pensión de jubilación.
La jubilación flexible se basa en la compatibilidad entre la pensión de jubilación y el empleo a tiempo parcial. Esta modalidad permite al jubilado trabajar con una jornada reducida —entre el 50% y el 75% de una jornada completa— y recibir, al mismo tiempo, una parte de su pensión. La pensión de jubilación se ajusta de forma proporcional a la jornada laboral realizada. Por ejemplo, si un pensionista trabaja al 50% de la jornada, su pensión se reduce en un 50%; si trabaja al 75%, la pensión se reduce en un 25%.
Este modelo no solo proporciona ingresos adicionales, sino que también permite seguir cotizando a la Seguridad Social. Esto puede suponer una ventaja significativa, ya que al final del periodo de jubilación flexible, la pensión se recalcula teniendo en cuenta las nuevas cotizaciones, lo que puede resultar en un aumento de la cuantía final de la pensión.
Requisitos para acceder a la jubilación flexible
No todos los jubilados pueden acceder a la jubilación flexible, ya que existen ciertos requisitos específicos. Estos son:
- Ser pensionista de jubilación: Para acceder a la jubilación flexible, es necesario que el beneficiario ya haya causado baja en el trabajo y esté recibiendo su pensión de jubilación.
- No pertenecer a regímenes especiales: Este modelo no es compatible con los Regímenes Especiales de los Funcionarios Civiles del Estado, Fuerzas Armadas o el personal al servicio de la Administración de Justicia.
- Contrato laboral a tiempo parcial: La actividad laboral que el pensionista realice debe ser a tiempo parcial, con una jornada reducida entre el 50% y el 75% de la jornada completa correspondiente al puesto de trabajo.
Además, es fundamental comunicar a la Seguridad Social la intención de acogerse a la jubilación flexible antes de iniciar la actividad laboral, ya que de lo contrario, se incurriría en incompatibilidades. La Seguridad Social ajustará la cuantía de la pensión y comenzará a pagar el importe reducido en la fecha en que el contrato de trabajo entre en vigor.
¿Cómo afecta la jubilación flexible a la pensión?
Durante el periodo en que se compatibilizan la pensión y el empleo a tiempo parcial, la pensión de jubilación se reduce en proporción a la jornada laboral. Sin embargo, al continuar cotizando, el jubilado flexible genera nuevas bases de cotización, lo cual puede tener efectos positivos en su pensión definitiva cuando cese la actividad laboral.
Cuando finaliza el contrato a tiempo parcial, se realiza un recálculo de la pensión. Este ajuste considera las cotizaciones realizadas durante la jubilación flexible y puede aumentar la pensión si el nuevo periodo de cotización mejora el cálculo previo. Además, el recálculo puede modificar el porcentaje aplicable a la base reguladora y reducir o eliminar cualquier coeficiente reductor que se hubiera aplicado si el jubilado se retiró anticipadamente. Si el pensionista fallece mientras está acogido a la jubilación flexible, las pensiones de viudedad y orfandad se calculan en función de su situación laboral y cotizaciones, considerando la base reguladora correspondiente en el momento de fallecimiento.
Diferencias entre asalariados y autónomos en la jubilación flexible
Aunque la jubilación flexible está diseñada para todos los pensionistas, su aplicación y beneficios pueden diferir entre trabajadores asalariados y trabajadores autónomos:
- Trabajadores asalariados: Para los asalariados, la jubilación flexible requiere un contrato a tiempo parcial con una empresa que formalice la relación laboral. En este caso, el empleador es responsable de ajustar las cotizaciones y garantizar el cumplimiento de la jornada parcial estipulada (entre el 50% y el 75%).
- Trabajadores autónomos: En el caso de los autónomos, la normativa también permite la jubilación flexible, aunque las condiciones son menos claras en cuanto a la regulación del tiempo parcial. En la práctica, el autónomo jubilado que se acoge a la jubilación flexible debe ajustar sus actividades para cumplir con el equivalente a una jornada parcial, pero la Seguridad Social revisa cuidadosamente estos casos para evitar fraudes. La principal diferencia radica en que el autónomo sigue gestionando directamente sus cotizaciones y actividades, sin un empleador que supervise su tiempo laboral. Para los autónomos que desean compatibilizar su pensión con la actividad profesional, es fundamental tener en cuenta que los requisitos de tiempo parcial pueden ser difíciles de aplicar, y se recomienda asesorarse adecuadamente para evitar sanciones.