Un joven de 18 años en Lyon, Francia, ha sido acusado de llevar a cabo una sofisticada estafa que le permitió desviar más de 82.000 euros en mercancías de Amazon, según ha informado el periódico Actu Lyon. El tribunal correccional de la ciudad ha dictaminado que su madre deberá reembolsar 72.000 euros como compensación por las actividades fraudulentas de su hijo.
El caso se remonta a febrero de 2022, cuando el comisariado de Lyon recibió una denuncia anónima que señalaba al joven como el autor de una extensa operación de fraude. Este estudiante de informática había descubierto una vulnerabilidad en el sistema de reembolsos de Amazon, que explotaba al declarar que los paquetes recibidos estaban vacíos. Según la presidenta del tribunal, citada por Actu Lyon, la empresa prefería reembolsar el dinero antes que investigar cada caso individualmente.
El joven no actuaba solo para su beneficio personal, ya que había creado una especie de negocio en redes sociales como X y Telegram, donde ofrecía sus servicios a cambio de una comisión sobre los reembolsos obtenidos. Los pagos se realizaban en criptomonedas o en efectivo, probablemente para evitar rastros financieros. A través de este método, logró desviar una cantidad significativa de dinero en mercancías.
El tribunal decidió que, aunque el joven fue el autor de la estafa, su madre sería la responsable de devolver el dinero. Esta decisión se tomó el 24 de octubre, cuando se dictó la sentencia en el tribunal correccional de Lyon. La madre, que aparentemente no tenía conocimiento de las actividades de su hijo, ahora enfrenta la carga de reembolsar la suma estipulada.
La macroestafa de Artemis Refund Group (ARG)
Esta no es la primera vez que ocurre una estafa de este tipo, ya que tan solo hace un año en Estados Unidos, una organización consiguió defraudar más de 655.000 dólares a Amazon. Este fraude, conocido como “el timo del reembolso”, fue perpetrado por un grupo organizado llamado Artemis Refund Group (ARG), que ha encontrado una manera de explotar las vulnerabilidades del sistema de ventas y distribución de la plataforma de comercio electrónico.
El modus operandi de esta estafa involucraba a usuarios que compraban productos en Amazon y luego contactaban a los miembros de ARG. Estos les instruían sobre cómo reclamar que el paquete nunca llegó, lo que permitía al comprador quedarse con el producto y recibir un reembolso. A cambio, los estafadores recibían una comisión del 20% del valor del artículo. Este esquema fue posible gracias a una red de contactos que incluye a empleados de Amazon, quienes manipulaban información desde dentro para facilitar el fraude.
La estructura de esta red criminal era bastante compleja: Primero estaban los proveedores de productos, quienes poseen información privilegiada y manipulaban las etiquetas identificatorias para engañar a la compañía; Luego, estaban los captadores, quienes a través de redes sociales como Telegram y Reddit, instruían a los usuarios sobre cómo llevar a cabo el fraude.
El impacto de este fraude no se limitó a Estados Unidos, ya que desde ese momento ya existían sospechas de que se estuviera replicando en otros países, como la que se ha visto ahora.