Muchas personas puede experimentar algunas experiencias en su vida que las lleven a perder la libertad. De manera general, este concepto se vincula con el ámbito penitenciario, de personas que han cometido algún crimen o delito y han sido juzgadas por ello. En este caso, se pone en marcha el proceso de reinserción social que abarca una gran variedad de intervenciones (terapias, programas de formación...) que permiten a estos individuos participar en la sociedad una vez cumplida su condena.
Pero pocas personas son las que salen y logran rehacer su vida de una manera tan asombrosa. Puede que el ejemplo más conocido sea el de Robert Downey Jr, quien, después de su estancia en prisión, se ha convertido en uno de los actores con mayor prestigio, ganado el Oscar en 2024 a Mejor Actor de Reparto por su papel en Oppenheimer.
Ahora, se puede sumar a esa lista Kevin Devonport, un exsoldado británico que se convirtió en traficante de heroína y, después de cumplir una condena de prisión de 13 años, es un exitoso artista, según ha informado la BBC.
Tras las rejas
Kevin Devonport cayó en las drogas después de dejar el ejército a sus 21 años de edad. En 2007, cuando tenía 35 años, fue pillado vendiendo heroína y autoproclamado “delincuente profesional”, ya que ya había cumplido otras tres condenas más en la cárcel. Ante la pronta reencarcelación, Kevin siguió el consejo de otro recluso y luchó contra la adicción a las drogas: “No cumplas condena, deja que el tiempo te cumpla a ti”.
“Traté de aprovechar el tiempo de manera constructiva”, ha explicado Devonport. “En ese momento realmente quería poner en orden mi vida”, ha añadido el exsoldado, que sirvió como artillero jefe en el Primer Regimiento de Tanques Reales.
Se matriculó en la Universidad Abierta y consiguió una licenciatura con honores de primera clase en sociología. Pero fue cuando se topó con una clase de pintura organizada por la organización benéfica Care After Combat cuando dio un giro su vida. “Miraba y admiraba, pero nunca pensé que podría hacerlo yo mismo. Nunca fui una persona realmente artística” ha dicho Kevin.
“Sin etiqueta”
Devonport creció en un barrio residencial de Leeds y dejó el colegio con 15 años. A pesar de ello, dijo que se adaptó a la clase “como pez en el agua”. Su primer cuadro, “Un pequeño paisaje”, puede que no se el mejor la mejor de sus obras, pero, según el artista, fue el proceso de crearlo lo que realmente le impresionó.
Nunca se imaginó que sería un artista, pero ya ha ganado su primer premio nacional mientras aún estaba en prisión. “No ha sido una decisión consciente, es como si la vida me hubiera dirigido hacia ese camino”, ha confesado Kevin.
A pesar de sus éxitos, afrontar la vida después de salir de prisión en 2014 no fue fácil, más bien fueron un desafío. Tuvo su último encontronazo con la ley en 2018, cuando fue nuevamente encarcelado por producir cannabis.
Ahora, el artista tiene 52 años y es padre de una niña de ocho años, Sinead, quien fue su inspiración para crear su arte y preparar su primera exposición titulada “Sin etiqueta”.
“Cuando llegas a un mundo en el que no eres tan aceptado, eres un poco como un trozo de madera a la deriva”, ha señalado Kevin. “Ser artista me da una idea de quién soy, una identidad. Estaba perdido. Me ha dado algo a lo que aferrarme”, ha añadido.
La identidad, su experiencia en la cárcel y en el ejército son temas que suelen aparecer en sus pinturas. “Cuento historias, cada objeto tiene un significado”, ha indicado Kevin. “Cuando conoces mi arte puedes leerlo como un libro”, ha explicado el artista, que actualmente también imparte clases de bellas artes y pintura a los delincuentes.
Algunos de sus trabajos más recientes se exhiben actualmente en Leadenhall Market, Londres, como parte de su exhibición “Nothing Ordinary Here” (No hay nada normal aquí) y tiene un espacio de estudio en Assembly House en Armley, Leeds.
“Las cosas que he hecho con mis propias experiencias de vida me han convertido en quien soy. Creo que en términos de mi arte, me ha convertido en un mejor artista”, ha declarado Kevin.