El pasado domingo, los Reyes vivieron momentos de gran tensión durante su visita a Paiporta, una de las zonas afectadas por el reciente paso de la DANA en la Comunitat Valenciana. Como es costumbre ante desastres naturales, don Felipe y doña Letizia acudieron al lugar para apoyar a los afectados y conocer de primera mano los efectos devastadores de las fuertes lluvias. A lo largo de los años, los monarcas han mostrado su solidaridad visitando regiones golpeadas por fenómenos naturales, como las inundaciones de Mallorca en 2018, las lluvias torrenciales en Arganda del Rey en 2019 y la erupción volcánica en La Palma en 2021.
Sin embargo, en esta ocasión, el recibimiento fue muy diferente. La población de Paiporta, frustrada por la lentitud en la llegada de ayuda y en medio de un ambiente cargado de indignación por las responsabilidades políticas, expresó abiertamente su furia contra las autoridades presentes, incluyendo a los Reyes, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al presidente de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón. Los gritos y el malestar del público obligaron a las autoridades a abandonar el lugar bajo estrictas medidas de los cuerpos de seguridad y, la situación fue tal, que se tuvo que cancelar una visita planificada a la cercana localidad de Chiva.
A pesar del complicado recibimiento, el rey Felipe y la reina Letizia no pierden la esperanza de regresar a Valencia. Según indica Vanitatis, ambos monarcas desean volver para apoyar a los ciudadanos en estos momentos difíciles y mostrar que no están solos. La fecha todavía no se conoce, pero la Casa Real continúa con su intención de retomar la visita cuando las circunstancias lo permitan, manteniéndose “al día” en cuanto a la evolución de la situación.
Este martes, como parte de sus esfuerzos de apoyo, el rey Felipe se desplazó al Cuartel General de la Unidad Militar de Emergencias (UME), ubicado en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz. Allí presidió una reunión del Comité de Crisis, junto al presidente Pedro Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, el teniente general Francisco Javier Marcos, jefe de la UME, y el general Alfonso Reyes, responsable de la base de Torrejón. La reunión contó también con otros miembros del Gobierno, como la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; y los ministros de Presidencia, Interior, Transportes, y Política Territorial.
Un día crítico para la institución
El domingo fue una jornada compleja para los Reyes. A lo largo de su visita, muchos ciudadanos no solo expresaron su descontento verbalmente, sino que llegaron a lanzar barro y piedras hacia la comitiva. En ciertos momentos, la situación se tornó tan tensa que la policía montada tuvo que intervenir para contener a los presentes. Pese a los riesgos, Felipe VI deicidió quedarse en el lugar y no abandonar a los ciudadanos, algo que su equipo de seguridad les sugirió en más de una ocasión y que la reina Letizia decidió optar.
El monarca intentó calmar los ánimos y escuchó atentamente a los ciudadanos que se acercaban a expresar su descontento. Felipe VI, incluso, abrazó a aquellos que se mostraban más afectados por la situación. Aunque en uno de los momentos más tensos se llegó a escuchar: “Si quieres, no vengo y me quedo en Madrid... Todo es un equilibrio”. Por su parte, la reina Letizia mantuvo una actitud serena a pesar del nerviosismo. En un momento conmovedor, con barro en el rostro y rodeada de vecinos que buscaban consuelo, Letizia no dudó en ofrecer abrazos y palabras de ánimo, hasta que finalmente, sobrecogida por la emotividad del momento, rompió en lágrimas.