El truco infalible para conseguir una oferta de empleo: las dos mejores frases para escribir un correo electrónico a los reclutadores

Presentarse como candidato para cubrir la vacante de una empresa requiere, en primer lugar, haber diseñado un buen currículum, que recoja la información laboral más importante y los principales datos educativos. Pero hay otras cuestiones a las que se ha de prestar especial atención como, por ejemplo, al correo electrónico que se envía para optar a una oferta de empleo. En esta fase, es fundamental captar el interés del reclutador y, para ello, la clave es que el aspirante utilice dos frases que son perfectas para que el empleador le seleccione para una entrevista.

En la mayoría de ocasiones, las personas que están en paro o búsqueda activa de empleo o que, simplemente, quieren conseguir mejores condiciones laborales y económicas, tienen varias opciones para postularse como candidatos. Al margen de que envíen su CV a través de la página web de la empresa o de un portal de empleo, este debe acompañarse de un mensaje de correo electrónico. Y es importante que ese pequeño escrito esté redactado de forma correcta y recoja la información necesaria.

El texto da forma a la primera impresión que se lleva el reclutador del candidato, por lo que ha de ser claro y conciso. Christine Croibier, directora de talentos del Grupo Adecco, reconoce que, “en determinados puestos de marketing o comunicación, a veces recibimos entre 200 y 400 solicitudes por oferta de trabajo. Podríamos ir a lo esencial y ser concisos”. Así, que sea más extenso no tiene por qué significar que sea mejor.

Para captar la atención de un reclutador, un correo electrónico motivador debe ser breve y directo, sin extenderse como una carta de presentación. En apenas diez líneas bien pensadas se puede generar interés, especialmente si el asunto incluye el puesto de trabajo y su referencia, facilitando así el seguimiento por parte del reclutador. Croibier explica que “lo importante es que el reclutador entienda de inmediato por qué el candidato se presenta y cómo este puesto encaja en su trayectoria profesional”.

Por ejemplo, se puede redactar una introducción como: “Actualmente trabajo como director de proyectos de RR.HH. y busco especializarme en un rol de reclutamiento, ya que el contacto directo con los candidatos es lo que más me motiva”. Este tipo de frases permiten que el reclutador perciba el interés genuino del candidato.

Añadir detalles sobre las competencias adquiridas o los valores compartidos con la empresa también ayuda a destacar, como expresar: “Comparto los valores de respeto y audacia que caracterizan a su organización”. Según Croibier, un buen correo es una invitación a saber más, logrando que el reclutador quiera conocer mejor al candidato.

Varias empresas recurren cada vez más a especialistas para identificar posibles perfiles narcisistas entre sus candidatos, una tendencia que ha llevado a investigadores de la Universidad Estatal de San Francisco a desarrollar una herramienta específica para facilitar este proceso. Los profesores Kevin Eschleman y Chris Wright, junto con un grupo de estudiantes, han creado la Escala de Entrevista de Narcisismo para Empleo (NISE, en inglés), una herramienta publicada en el Journal of Personality Assessment. Esta metodología incluye preguntas situacionales y de comportamiento en entrevistas laborales que buscan identificar rasgos narcisistas, observando cómo el candidato lidera un equipo o cómo responde ante un conflicto de opiniones en el entorno laboral.

Para asegurar precisión en la evaluación, los entrevistadores reciben formación para puntuar las respuestas, permitiendo una valoración uniforme y científica. Según Eschleman, el proyecto comenzó hace cuatro años en respuesta a un aumento de consultas de empresas interesadas en evitar el impacto de “manzanas podridas” en sus equipos. Aunque las habilidades técnicas pueden parecer prometedoras, destaca que perfiles con rasgos de grandiosidad narcisista suelen tomar decisiones enfocadas en el beneficio propio y pueden afectar la cohesión del equipo.

“No se trata de un diagnóstico absoluto”, aclaró el profesor, subrayando que todos tienen ciertos niveles de narcisismo. “Buscamos consistencia en los comportamientos, observando si actúan de una manera recurrente que revela cómo se perciben a sí mismos y cómo los perciben los demás”, concluyó.