La reina Sofía ha vuelto a ‘hablar’ a través de su estilismo. En plena crisis por la polémica asistencia de los reyes Felipe VI y Letizia a Paiporta, uno de los pueblos asolados por la DANA en Valencia, la emérita tuvo que volar el pasado domingo a Nueva York para asistir a una entrega de premios este lunes 4 de noviembre, un acto en el que ha aprovechado para respaldar a su hijo.
Tras las protestas y disturbios que generó la presencia de Felipe y Letizia en Valencia, Casa Real mantuvo el viaje de Sofía a Estados Unidos, aunque reorganizando su agenda para centrarse en los eventos inaplazables y acortar al mínimo posible su estancia en el extranjero. El objetivo es evitar transmitir una imagen de despreocupación ante el drama humanitario que se está viviendo en España.
Lo que sí ha querido expresar Sofía con su reaparición en Nueva York es su incondicional apoyo a la Corona y, en concreto, a su hijo Felipe, que ha vivido el episodio más tenso de su reinado al recibir insultos, reproches y hasta lanzamientos de barro por parte de varias personas en Paiporta. Por ello, la emérita ha asistido a su primer acto en la ciudad neoyorquina con un look en el que ha predominado un color muy vinculado al monarca español.
Sofía y el “verde”
Sofía acudió esta mañana a la celebración del 70 aniversario del museo Queen Sofía Spanish Institute para entregar el Premio Sofía a la Excelencia al director de orquesta Gustavo Dudamel, una ceremonia para la que lució un dos piezas fluido en color verde oscuro, con fular en el mismo tono y caftán de estampado floral confeccionado en terciopelo gris.
La predominancia del verde en el estilismo de la reina emérita no parece un hecho casual, pues es el color que habitualmente se asocia al soberano español, dado que las siglas de la frase “viva el rey de España” conforman el acrónimo “verde”.
Además de su vestuario, las joyas de Sofía también captaron la atención. Aunque no llevaba muchos complementos, lucía un collar de piedras naturales y su anillo de compromiso, una pieza de oro con rubíes y un diamante que ha sido parte de su colección desde que un joven Juan Carlos se lo entregó hace más de seis décadas a la entonces princesa de la casa real griega.
La madre de Felipe VI había guardado este anillo durante años, aunque lo rescató para la misa de Pascua de 2019, un año después de su trifulca con Letizia en la catedral de Palma. Desde entonces, Sofía ha lucido esta joya en varias ocasiones.
Esta no es la primera vez que la reina emérita utiliza su vestimenta para transmitir mensajes sutiles. Recientemente, en medio de la controversia mediática por las fotos del rey Juan Carlos con Bárbara Rey, Sofía usó un broche que le regaló Franco tras el nacimiento de su hijo Felipe, lo que muchos interpretaron como una declaración de sus prioridades.