Así son los cables negros de la DGT: para qué sirven y qué ocurre si los pisas

La información recopilada por estos dispositivos permite al Ministerio de Transporte elaborar mapas interactivos de densidad de tráfico

Varios vehículos circulan en la autovía A-6, a 23 de diciembre de 2021, en Madrid. (Jesús Hellín/Europa Press)

Desde hace décadas, los cables negros que cruzan las carreteras españolas han sido objeto de especulación entre los conductores. A menudo confundidos con radares de velocidad, estos dispositivos en realidad cumplen una función específica: medir el volumen de tráfico. Estos cables, que tienen un grosor de aproximadamente dos a tres centímetros, están llenos de aire y se colocan a ambos extremos de la carretera, fijados a la calzada de manera que no signifiquen un peligro para los vehículos.

Su sistema, por rudimentario que parezca, es realmente útil. Al ser pisados por un vehículo, la presión aumenta y se envía una señal a una centralita ubicada al costado de la carretera. Esta centralita recopila los datos y los envía a la central de tráfico para su procesamiento. La instalación de estos cables permite a las autoridades analizar patrones de tráfico y determinar si existen problemas como atascos frecuentes. Con esta información, pueden tomar decisiones informadas sobre la infraestructura vial, como la modificación de la señalización, la adición de badenes o la implementación de otras medidas para mejorar la seguridad en las carreteras.

Esta información recopilada permite al Ministerio de Transporte elaborar mapas interactivos de densidad de tráfico. Estos mapas son esenciales para identificar puntos conflictivos, como atascos y zonas de alta siniestralidad en la Red Nacional de Carreteras. Actualmente, España cuenta con más de 3.370 estaciones de aforo, que controlan más del 52% del tráfico ligero y más del 60% del tráfico pesado en las carreteras del país.

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¿Pueden servir para controlar el exceso de velocidad?

Es cierto que estos cables pueden medir la velocidad de los vehículos mediante la disposición de dos cables paralelos, pero en España su función no es sancionar a los infractores. Según explica Real Automóvil Club de España para que estos dispositivos pudieran imponer multas sería necesario capturar la infracción en una imagen que registre la matrícula del vehículo. Esto solo se consigue con otros tipos de radares, los cuales sí cuentan con cámaras para captar el momento exacto en que se comete la infracción.

La recopilación de datos de tráfico en España no es nueva. De hecho, el país ha estado recogiendo este tipo de información desde los años 60, lo que ha permitido una planificación más eficiente y la mejora de la infraestructura vial. Estos cables son una herramienta sencilla pero eficaz para obtener datos precisos sobre el flujo vehicular, contribuyendo así a la seguridad y eficiencia del transporte en el país.

Tráfico recuerda que puede consultarse de manera pública la situación en las carreteras (densidad de tráfico, meteorología, obras u otras incidencias) en tiempo real y actualizada las 24 horas del día a través de su web infocar.dgt.es. Desde ahí puedes acceder a un mapa interactivo con toda la información disponible proporcionada por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y los responsables de los Centros de Gestión de Tráfico de la Dirección General de Tráfico. También puede seguirse la información actualizada y oficial de la DGT a través de sus perfiles en redes sociales @informacionDGT.

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