El castillo de Balmoral, situado en Escocia, es uno de los escenarios que ha protagonizado momentos de gran importancia para la familia real británica. Entre ellos, destacan la luna de miel de Lady Di y el fallecimiento de Isabel II, la monarca que más tiempo ocupó el trono. Ahora, el rey Carlos III, ha solicitado al Ayuntamiento de Aberdeenshire habilitar una zona del edificio para celebrar bodas.
El lugar donde Isabel II pasó gran parte de su vida, si todo va como se espera, podrá ver a muchas parejas darse el “sí quiero”, o al menos esa es la intención de la Familia Real. Según la BBC, el rey solicitó el permiso el 24 de octubre, y sigue a la espera de una respuesta. Entre los planes de la Casa Real, se encuentran ampliar el aforo, remodelar la zona y abrir un patio para que haya un espacio al aire libre.
En caso de que el ayuntamiento diga que sí, a la propuesta del rey británico, el Queen’s Building será un gran lugar para “bodas, cenas, reuniones y otros eventos”. Sin embargo, no sería algo que sucedería muy seguido, sino que se celebrarían pocos eventos a lo largo del año.
Cómo serán los eventos
Aunque todavía no se ha confirmado nada, se estima que por cada evento, el magnífico castillo escocés, acoja hasta 277 invitados en su interior. Asimismo, como se ha nombrado antes, podría hacerse uso de un patio exterior en el que hay espacio para 144 personas más. Por si la presencia de la gente y las ceremonias no es suficiente, el monarca quiere que se permita la música en vivo y el acceso a bebidas alcohólicas.
La propiedad, que cuenta con más de 20 mil hectáreas, abarca su propio ecosistema. Es un espacio que requiere de bastante mantenimiento, ya que emplea a 50 empleados de tiempo completo y 100 empleados de tiempo parcial. En caso de que comiencen a hacerse los eventos esperados, es posible que se necesite que contratar más ayudas.
Las otras iniciativas del rey
Parece que la idea de abrir una zona de banquete lleva tiempo en la mente del rey, pues durante los últimos meses, este ha comenzado a innovar cosas y ha abierto algunas zonas de la finca escocesa, que los turistas pueden visitar. Las puertas se abrieron al público este verano y ofrece la posibilidad de hacer visitas guiadas por el corazón del castillo.
El precio de la entrada es de 100 libras por persona, 50 más, si se desea vivir la experiencia de tomar el té de la tarde en las mismas instalaciones. Lo que en principio fue algo temporal, ahora se ha alargado hasta los meses de invierno y ahora ya no se ofrece el té, sino que se ha sustituido este por una comida de siete platos con maridaje de vinos por 250 libras por persona.
De momento toca esperar a que el ayuntamiento conceda el permiso a la familia real, y que en caso de que sí se dé, la idea tenga una buena acogida.