La tragedia de la DANA en numerosos pueblos de la Comunidad Valenciana y en algunas zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía ha puesto en evidencia la gestión de la crisis por parte de todas las administraciones, tanto la autonómica y la central. Así lo manifestaron los vecinos de Paiporta (Valencia) a la llegada de los Reyes, Presidente del Gobierno y Presidente de la Generalitat Valenciana. Insultos y lanzamiento de lodo obligaron a la evacuación de Pedro Sánchez, mientras que los Reyes y Carlos Mazón —parapetado bajo el escudo de Felipe VI— aguantaron la tensión de la situación e intentaron apaciguar las quejas de los vecinos afectados.
Una de las principales protestas que algunos vecinos verbalizaron frente al rostro de Felipe y Letizia fue la falta de efectivos enviados a la zona cero (militares, servicios de emergencia y de rescate) en las primeras horas después de haberse producido la catástrofe.
Aunque la situación sigue siendo crítica y los ciudadanos continúan demandando la llegada de más militares, cada día se unen al operativo cientos de refuerzos para ayudar en las tareas de limpieza, desescombro o de rescate en los cerca de 70 municipios afectados. La presencia de los refuerzos en la zona supone una llegada previa con sus vehículos, los cuales tienen prioridad de circulación frente al resto.
Prioridad si activa señales acústicas y luminosas
Las condiciones imprescindibles para que los conductores estén obligados a habilitar el paso de vehículos de emergencia en servicio urgente son la activación de las señales acústicas y luminosas.
Respecto a las últimas, desde 2018, se estableció un único criterio para las luces de todos los vehículos de emergencia. A partir de esa fecha, el color azul se eligió como el utilizado por bomberos, policía, ambulancias o el resto de servicios de emergencia en sus luces rotativas. La señal acústica, o sirena, de un vehículo de emergencia es el segundo requisito por el que estos vehículos dispondrán de prioridad de paso sobre el resto de vehículos y usuarios de la vía.
Multa por no cumplir con la norma
No ceder el paso a alguno de estos vehículos en servicio de urgencia no solo conlleva un riesgo vial (los conductores de vehículos de emergencias están exentos de cumplir con las normas de circulación siempre y cuando estén en servicio de urgencia, lo avisen con las citadas señales y no pongan en riesgo a peatones y conductores), sino que desfavorece una rápida llegada de los servicios de emergencia al lugar donde se les requiera.
Por ello, el Reglamento General de Circulación, en su artículo 64.4.c, establece que los conductores que no acaten esta norma serán sancionados por un comportamiento de consideración grave. La cuantía que se deberá abonar por no ceder el paso a un servicio de emergencia mientras está de servicio es de 200 euros.
Aunque los conductores de estos vehículos especiales deberán respetar las señales y órdenes de los agentes, cuando estén en servicio de urgencia, tendrán permitido realizar una serie de maniobras prohibidas para el resto de conductores, como dar media vuelta, conducir marcha atrás o circular en sentido contrario, sin poner en riesgo al resto de usuarios de la vía.