Unas elecciones muy ajustadas, las más ajustadas de la historia en un Estados Unidos totalmente polarizado, donde no existen tonos de grises. Este puede ser un buen resumen de lo que está ocurriendo al otro lado del charco. Allí, los estadounidenses se juegan la continuidad de la doctrina Biden, esta vez con una imagen renovada y hasta ahora desconocida como la de Kamala Harris; y la vuelta de Trump a la Casa Blanca, dispuesto a poner todo lo construido ‘patas arriba’.
El ‘Yes we will’ frente al ya conocido ‘Make America Great Again’. Estas elecciones del 5 de noviembre marcarán un antes y un después en el devenir de muchos acontecimientos que suceden simultáneamente: una guerra en Ucrania, otra en Oriente Próximo que amenaza con mutar en un conflicto regional, la expansión de China y su amenaza a Taiwán son algunos de ellos. El ‘show’ que acostumbra a ser una campaña presidencial en EEUU ha estado llena de giros de guión, con un cambio de candidato a última hora, intentos de asesinatos y todo bajo un bombardeo de desinformación.
Nadie se atreve a hacer una predicción de qué puede ocurrir, no solo a la hora de elegir un ganador, sino sobre qué ocurrirá en los día siguientes. Infobae España conversa con el analista político estadounidense Eric Sigmon, una persona que conoce muy bien la política en este país, para desvelar algunas de las claves que se han vivido en estos últimos meses, y las que vendrán.
Pregunta: Hablemos de los protagonistas en la carrera presidencial: Kamala Harris, del partido Demócrata, y Donald Trump, del partido Republicano. ¿Cuál es la narrativa que envuelve a cada uno?
Respuesta: La narrativa de la campaña de Kamala Harris se centra en un nuevo camino hacia adelante, y en no retroceder. Son temas que claramente muestran que la campaña de Harris está intentando llevar el país hacia adelante y marcar un contraste claro con la campaña de Trump, que realmente se enfoca, en su opinión, en una elección robada en 2020 y en los agravios del pasado. Ella está tratando de proyectar una visión positiva para el futuro, mientras que, en su opinión, Trump está tratando de discutir asuntos del pasado y no tiene una visión de lo que el país debería estar haciendo en el futuro.
“Trump se muestra como un mártir y los dos intentos de asesinato han reforzado esa imagen”
Trump continúa con su lema de “Make America Great Again” o MAGA. Habla sobre restaurar la grandeza de Estados Unidos y continúa hablando sobre drenar el pantano. Y esta campaña también ha mencionado una línea que utiliza: “No van tras de mí. Van tras de ti. Yo solo me pongo en el camino”. Y de esta manera, trata de mostrar que el Gobierno o los grandes intereses corporativos o las élites están tras la gente. Así que él es algo así como un mártir y, obviamente, con los dos intentos de asesinato en su contra durante la campaña, esta línea obviamente se volvió más potente. Diría que esos son los contrastes clave entre las dos campañas.
P: La carrera electoral está llena de narrativas personales. Un candidato que sobrevive a varios intentos de asesinato, una mujer de padres inmigrantes que puede llegar a ser presidenta de EEUU... ¿Es más importante construir una buena narrativa en las elecciones presidenciales antes que el propio programa electoral?
R: Es una buena pregunta. Creo que la narrativa definitivamente importa mucho en los Estados Unidos, sin duda. Y esto es cierto también en otros países. Pero, particularmente en los Estados Unidos, a menudo los candidatos tratan de retratarse como un candidato de cambio, alguien que va a traer nuevas reformas, nuevas ideas. Y así, en 2016, Donald Trump pudo hablar con éxito sobre cómo traería cambios a Washington. Él llegaba como un empresario que nunca había trabajado en Washington, y se enfrentaba a Hillary Clinton, quien había pasado muchos años en Washington como primera dama de los Estados Unidos y luego como Secretaria de Estado y, obviamente, también senadora de los Estados Unidos por Nueva York.
De manera similar, Barack Obama también pudo usar con éxito esa línea de ser un agente de cambio. Y así, creo que para muchas personas que se sienten frustradas o desilusionadas por el sistema político estadounidense, el concepto de ser un agente de cambio, alguien que trae nuevas ideas y nuevas reformas, es poderoso. Pero, por supuesto, sólo es efectivo si tienen también ideas y propuestas políticas que realmente proporcionen a los estadounidenses una idea sobre cómo sería una futura administración de Trump o Harris. Entonces, creo que la narrativa importa mucho, pero si no va acompañada de detalles o propuestas de reforma, su efectividad es limitada.
P: ¿Cuáles han sido los temas clave en esta campaña? Entiendo que cada candidato destaca en varios de estos asuntos.
R: Diría que hay probablemente tres o cuatro temas clave en la campaña. La economía, la inmigración, el aborto y la democracia. Trump es visto como un candidato más fuerte a los ojos del votante estadounidense en la economía, por un margen de 52% a 45%. Y su posición como candidato más fuerte en inmigración es por un margen de 54 a 43%. Por otro lado, Harris es vista más fuerte en el aborto, 55% a 40% y en democracia 51% a 45%. En todas las encuestas que he visto, la economía ha sido constantemente el tema más importante para los votantes. Y está particularmente relacionada con la inflación, es decir, el aumento de los precios. Y así, Trump siempre ha tenido la ventaja tanto sobre Biden como sobre Harris. Pero lo notable es que Harris ha podido disminuir la ventaja de Trump en la economía. En septiembre, Trump tenía una ventaja de 13 puntos, mientras que en la última encuesta, hace apenas una semana, su ventaja había disminuido a solo seis puntos. Esto muestra que sigue siendo visto como un candidato fuerte, pero Harris ha logrado convencer a los votantes estadounidenses de que ella también tiene buenas ideas para lograr cambios en la economía.
P: Los últimos sondeos muestran que prácticamente todos los votantes ya han decidido su voto en los estados clave, también llamados ‘estados bisagra’. Apenas un 7% del electorado en esos territorios, que es donde se juega todo, sigue indeciso. ¿Ya está todo el pescado vendido?
R: En primer lugar, quiero hablar sobre la votación anticipada. Esta modalidad se ha vuelto cada vez más común en los Estados Unidos. Durante la pandemia, la gente utilizó la votación anticipada para entregar sus votos con anticipación. Y lo que hemos visto este año es un gran aumento en los estadounidenses que votan temprano. Creo que, hasta hace pocos días, más de 42 millones de estadounidenses ya habían votado anticipadamente, lo cual está rompiendo récords. Sabemos que la gente está motivada y que algunos patrones de votación están cambiando.
Mencionaste la cifra del 7% de personas que siguen indecisas. Es ciertamente posible que algunos de estos votantes indecisos puedan ser aún persuadidos. Y para aquellas personas que están buscando un candidato, es más probable que Kamala Harris tenga una mayor posibilidad de ganar su voto porque la mayoría de los estadounidenses, si no todos, ya conocen a Trump. Lo conocen tanto por su tiempo como presidente como por ser alguien que simplemente domina los titulares y ha estado dominando los titulares durante los últimos diez años, más o menos. En cambio, Kamala Harris, aunque fue la vicepresidenta, es menos conocida. Solo ha estado desarrollando su campaña presidencial por unos 100 días, así que muchos estadounidenses todavía no saben exactamente quién es Harris y qué representa. Y creo que de ese bloque restante de votantes indecisos, es realmente su oportunidad para tratar de ganar su voto. Porque como dije antes, la gente ya conoce a Trump y un poco lo bueno y lo malo que viene con Trump.
P: ¿Por qué es tan poco reconocido el papel del vicepresidente? Quiero decir, es una figura importante, pero al mismo tiempo muy desconocida.
R: El sistema político estadounidense, con pocas excepciones, considera que el vicepresidente tiene un papel donde su trabajo es apoyar al presidente al 100% y asumir carpetas de políticas específicas que el presidente le pida. Asiste a eventos en nombre del presidente, pero la idea es que el vicepresidente no tenga un punto de vista propio sobre un asunto. El vicepresidente necesita estar 100% alineado con el presidente. Así que, en cualquier tipo de evento importante, cualquier anuncio importante que salga de la Casa Blanca generalmente lo hace Joe Biden. Por lo general, es el presidente quien da los discursos públicos, y es el vicepresidente quien trabaja desde las sombras, hace llamadas telefónicas o está presente en el evento, pero es el presidente quien habla.
A lo largo de los años, hemos visto que los vicepresidentes pueden desempeñar un papel crítico, como, por ejemplo, Al Gore durante la administración Clinton, quien desempeñó un gran papel en el cambio climático. Biden, cuando fue vicepresidente bajo Barack Obama, trabajó en infraestructura, en Ucrania y en temas de Centroamérica. Hay problemas selectos que han sido delegados. Pero, en general, los temas principales que tienen una gran importancia política para la Casa Blanca permanecen con el presidente. El vicepresidente está allí solo para apoyar al presidente.
“Pueden pasar semanas hasta que sepamos quién es el ganador de las elecciones”
P: En lo que sí está de acuerdo todo el mundo es en que es imposible hacer predicciones.
R: Nadie sabe. Lo que vamos a ver son seis, siete estados que van a decididir quién gana o no. En cada uno de esos estados, la ventaja de cada candidato es de apenas un 1%. Esas encuestas a veces lo tienen incorrecto. yo creo que lo vamos a saber en cinco, seis o tal vez en siete días. Hemos visto en el pasado que pueden pasar días e incluso semanas. El estado clave es Pensilvania, donde por ley estatal tienes que contar los votos a mano. No pueden empezar a contar hasta las 19 o 20 horas del 5 de noviembre. Esto implica que seguramente haya casos de denuncias de fraudes que van a ser parte del proceso electoral. Por la demora del conteo y por estos casos legales, va a haber días e incluso semanas de dudas.
P: Hablando de denuncias de fraude, en 2020 vimos a Trump cuestionar los resultados de una elección democrática. Después de aquellas palabras, más de 700 personas asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. Un resultado ajustado puede ser el ingrediente perfecto para que se vuelva a repetir, ¿existe el miedo a que ocurra de nuevo?
R: Creo que muchas personas, incluyéndome a mí, tenemos miedo de lo que podría pasar. Particularmente durante la campaña de Trump, se ha hablado mucho, y se han difundido muchas mentiras y desinformación sobre las elecciones de 2020, afirmando que él ganó. Sigue diciendo que si pierde en 2024 es porque las elecciones están manipuladas en su contra. Y esta es una retórica similar a la que usó en 2020. Y así, mi temor y el de muchas otras personas es que si gana Kamala Harris habrá muchos estadounidenses que no confiarán en el resultado. Hay muchos estadounidenses que sentirán que las elecciones fueron robadas de nuevo. Y hay miedo de que pueda ocurrir violencia de nuevo. No sé si habría un ataque al Capitolio, por así decirlo, pero sí creo que algunos estadounidenses, no todos, pero algunos estadounidenses de derechas podrían reunirse, podrían descargar su ira a nivel local, estatal o federal.
Por otro lado, creo que en la izquierda la gente estaría realmente molesta si Trump ganara las elecciones. Y probablemente veríamos marchas y protestas similares a las que vimos en Washington y alrededor del país cuando Trump ganó en 2016. Pero no creo que las protestas de la izquierda se vuelvan violentas de la manera en que, lamentablemente, creo que lo harían las protestas de la derecha. Y es simplemente porque Trump, como candidato, ha estado hablando durante años sobre esta desinformación y difundiendo mentiras, y eso está integrado en los puntos comunes de discusión y en la manera común en que muchos votantes republicanos hablan. Por otro lado, los demócratas y Kamala Harris están realmente más centrados en confiar en las instituciones y en la necesidad de confiar y respetar los resultados. Podría haber protestas de aquellos que no apoyan a Trump, pero no creo que se vuelvan violentas si Trump gana.
P: Hablemos de política exterior, específicamente de Europa. ¿Hay temor de que Trump corte el grifo y con ello la ayuda a Ucrania en la guerra? ¿Qué podría cambiar si Trump vuelve a la Casa Blanca?
R: Si Trump es elegido, no hay duda de que habrá un cambio importante en la política de Estados Unidos hacia la guerra entre Rusia y Ucrania. Como candidato, ha afirmado que podría terminar la guerra en un día. No creo que la mayoría de la gente crea que eso realmente sucedería. En gran parte porque Ucrania tendría que aceptar esos términos, lo cual no creo que hagan, pero eso indica que él quiere que la guerra termine rápidamente. Una manera en que Estados Unidos, bajo el mandato del presidente Trump, podría impactar a Ucrania es reduciendo o cortando toda la asistencia militar. Trump ya ha planteado muchas preguntas sobre la cantidad de dinero que EEUU está gastando en la guerra, así que creo que es muy probable que la ayuda de EEUU a Ucrania se reduzca significativamente. No estoy seguro de si se cortaría por completo. Porque para que el dinero se gaste, el Congreso tiene que aprobar los fondos, y todavía hay varios miembros del Congreso que apoyan el financiamiento para Ucrania.
P: También ha anunciado medidas proteccionistas con el comercio.
R: Ha propuesto un arancel del 10% sobre las importaciones de todos los países, incluidos aliados como Europa. También ha propuesto aranceles de hasta el 60% sobre las importaciones de China. Está utilizando cada vez más los aranceles como una forma de intentar, en su opinión, nivelar el campo de juego y asegurar que Estados Unidos esté consiguiendo un trato justo. Y lo que no está claro es si entiende que al aumentar los aranceles sobre las importaciones, también aumenta los precios para los consumidores estadounidenses. Parece pensar que los países extranjeros pagan, cuando en realidad son los consumidores estadounidenses los que tendrían que pagar precios más altos por esos bienes. Y en un discurso reciente, ya ha dicho que la Unión Europea tendría que, cito, ‘pagar un gran precio por no comprar suficientes exportaciones estadounidenses’, particularmente automóviles y productos agrícolas. Así que ha dejado claro que los aranceles que propone no son solo para países selectos. Son para todos los países, incluidos aliados cercanos como Europa. Creo que es importante que la gente le tome la palabra, porque en su primera administración ya ha utilizado aranceles relacionados con China, pero también ha amenazado con el uso de aranceles en muchos otros casos como una forma de coaccionar a otros países para que hagan lo que él quiere.
“Aún no sabemos si Kamala Harris tendrá una visión diferente sobre Ucrania y Rusia o la guerra de Israel con Hamas”
P: ¿Y qué hay de Harris? Ella tiene un perfil similar al de Joe Biden, ¿cambiaría su política respecto a esos asuntos?
R: Hasta ahora, como candidata, ha alineado su plataforma política de manera casi idéntica a la del presidente Biden. Es cierto que se encuentra en una situación difícil, siendo la vicepresidenta en funciones y la candidata a presidenta. Sería incómodo para ella proponer políticas radicalmente diferentes a las del actual presidente. Por lo tanto, ha estado algo limitada en su capacidad para proponer diferencias de política muy importantes respecto al presidente. Aún no sabemos si ella tendría una visión diferente sobre Ucrania y Rusia o la guerra de Israel con Hamas y otros grupos en el Medio Oriente. Para mí, parece claro que apoya la política de la administración. Por supuesto, con el tiempo, tendría que cambiar su punto de vista porque tendría que reaccionar a los acontecimientos que ocurren en la región. Hay guerras en curso. Israel ahora está luchando contra Irán, Hezbolá y Hamas. Así que tendría que reaccionar a esos eventos, y no me sorprendería que con el tiempo ajustara o modificara la política de Biden. Vale la pena señalar que, aunque no ha cambiado, está abogando por cambios en la política de Biden respecto a Israel. Ha señalado un tono diferente relacionado con la guerra y la conducta de Israel con Hamas. Ha demostrado ser más comprensiva con las demandas de los votantes estadounidenses y de todo el mundo de que Israel está llevando a cabo su guerra de una manera desproporcionada y está perjudicando a miles y miles de civiles. Ha mostrado una especie de mayor simpatía por las vidas perdidas de muchas personas en Gaza y por la cantidad de conflicto civil, pero no está claro si eso representa un cambio de política o solo una señal para los votantes, que son particularmente comprensivos con ese tema.