Todo el mundo comete errores. El problema es que algunos salen más caros que otros. Y si no, que se lo digan a Sonja Lamberger, una residente de la ciudad de Dietikon, en el cantón de Zúrich (Suiza), que se enfrenta a una situación muy complicada con el pago de sus impuestos.
A sus 78 años, Lamberger es conocida en su familia por su meticulosidad en el manejo de sus finanzas, ya que registra cada gasto en su libreta y paga sus facturas puntualmente. Sin embargo, un error en el año de un pago a plazos ha desencadenado una serie de problemas con la oficina de recaudación de impuestos, que le están dando más de un quebradero de cabeza.
A finales del pasado mes de agosto, Lamberger recibió un recordatorio de pago de la Hacienda de Dietikon, en el que se le indicaba que no había saldado su factura de impuestos de 2023. Esto la sorprendió, ya que ella había acordado un plan de pago a plazos con la oficina de impuestos, e incluso ya había abonado la primera factura. El total ascendía a 1269 francos suizos, y el acuerdo estipulaba que debía pagar los primeros 400 francos antes de finales de junio de 2024. Algo que ya había hecho.
Un error de Hacienda
Y ahí empezaron los problemas. Lamberger no se había dado cuenta de que la factura que recibió y pagó estaba destinada al año 2024, lo que llevó a que el pago correspondiente a 2023 quedara pendiente. Un error que había cometido Hacienda, pero que ahora le perjudicaba a ella. Como resultado, la agencia tributaria del país le exigía el pago completo de la deuda de 2023 (casi 1.300 francos), junto con los intereses de impago y cargos administrativos adicionales de 74 francos. Una cantidad, a la que la mujer no podía hacer frente , y mucho menos, en un solo pago. “Nunca podré pagar esto de una sola vez con mi pequeña pensión. ¡Me están arruinando y no les importa!”, comentó Lamberger al medio suizo, Blick. La septuagenaria vive de una pensión de 3000 francos, mientras que el salario medio en Suiza es de casi 7.000 francos.
Ante esta situación, la mujer acudió a la oficina de impuestos acompañada de su hija para intentar resolver el malentendido y la empleada de la administración notó rápidamente el error en el año de la factura. La familia pidió a la administración tributaria que transfiera los 400 francos a la deuda de 2023 y retirase la demanda, sin embargo, desde el organismo no les daban ninguna solución: “Nos dijeron que la transferencia no era posible desde la perspectiva del sistema y que no podían cancelar la orden de pago”.
Un problema tras otro
Finalmente, la administración tributaria suiza acabó transfiriendo el primer pago fraccionado que había abonado Sonja al año 2023. Sin embargo, aún quedaban 956 francos por pagar. De su pequeña pensión utilizó 500 francos y su nieta los llevó a la oficina de impuestos. Cuando llegó se encontró con otro problema: la administración no quería coger el dinero en efectivo de la mujer, por lo que tuvo que pedir ayuda a otro familiar para poder efectuar el pago de manera digital.
Todavía hoy le quedan 456 francos que pagar, aunque ahora lo que más le interesa es que Hacienda acepte sus pagos y aclaren la demanda. Pero por el momento, las autoridades fiscales han guardado silencio.