Qué pasó el día de la DANA y por qué tardó 12 horas en llegar la primera alerta: cronología de los avisos de la AEMET

Cuatro días antes del desastre natural, la Agencia Estatal de Meteorología ya avisó de la llegada de “chubascos y tormentas fuertes o muy fuertes” para el martes 29 de octubre.

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Las calles de Catarroja siguen inundadas de lodo. (Helena Margarit Cortadellas)
Las calles de Catarroja siguen inundadas de lodo. (Helena Margarit Cortadellas)

La DANA que en la madrugada del martes 29 al miércoles 30 de octubre ha arrasado con gran parte del este de España ha causado más de 200 muertos —y la cifra seguirá subiendo, según las autoridades— y se ha convertido en uno de los desastres naturales más importantes de la historia de España. La ‘resaca’ de las responsabilidades políticas y el análisis de qué controles fallaron apenas está empezando, pero muchos se preguntan ya por qué ha sido mucho más letal que el Huracán Milton en Florida, un fenómeno meteorológico muy potente y en una zona con millones de personas más que en la Comunidad Valenciana, y que ‘sólo’ dejó 25 fallecidos.

¿Qué ha salido mal? La polémica está servida. Con la gestión del presidente autonómico Carlos Mazón, del Partido Popular, en el punto de mira, su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, salió esta semana al contraataque en su defensa, culpando al Gobierno central y a organismos que dependen de él como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). “Le aseguro que un presidente autonómico gestiona en función de la información que recibe, y la información que se recibe dependen de organismos con competencia exclusiva del Gobierno central, véase la AEMET o la Confederación Hidrográfica”, comentó. “Nadie puede tomar decisiones en función de una información que puede ser exacta, inexacta, mejorable. Las decisiones se toman en función de la información que te facilitan en cada momento”, añadió.

La AEMET respondió con un comunicado. “El impacto de un fenómeno meteorológico depende de la preparación para afrontarlo y de la evaluación y las medidas que adopten las comunidades autónomas. La información de AEMET siempre está disponible, automáticamente, no es necesario solicitarla. (...) Los avisos de AEMET se han sucedido desde el jueves 24 de octubre, con notas informativas y actualizaciones inmediatas desde el martes 29 de octubre”.

Para esclarecer esta controversia, es útil repasar la cronología de los avisos a la población tanto de la AEMET como de los diferentes gobiernos.

El día después de la dana más devastadora del siglo.

Primeras advertencias de la AEMET

El jueves 24 de octubre, cinco días antes de la llegada de la DANA, la AEMET emitió un primer aviso en redes sociales indicando que una DANA se aproximaba a la Comunidad Valenciana y podría afectar la región: “Una dana se acerca a nuestro entorno con mucha incertidumbre aún sobre su posición final. Ahora mismo, sería el este peninsular la zona que más lluvia recibiría”. Este fue el inicio de una serie de alertas meteorológicas que advirtieron a las autoridades y a la población de la posibilidad de precipitaciones intensas en los días siguientes.

El viernes 25 de octubre, la AEMET emitió un segundo comunicado, indicando que la DANA se mantendría en la península y que generaría lluvias fuertes y generalizadas, especialmente en la vertiente mediterránea. Este preaviso fue el primer paso en la elevación de los niveles de alerta, que irían aumentando conforme se acercaba la fecha crítica. Ese mismo día, emitió otra alerta recordando la próxima llegada de “lluvias generalizadas en la Península y Baleares, en la vertiente mediterránea podrán ser muy fuertes”.

Los siguientes días, a medida que se acercaba el fenómeno meteorológico, se intensificaban también los avisos. El sábado 26 de octubre por la mañana, la AEMET en la Comunidad Valenciana insistió en que el escenario de fuertes lluvias era más probable para el martes y miércoles de la semana siguiente. Para la tarde, se emitió un aviso sobre el riesgo de “intensidad torrencial” en las lluvias esperadas en Levante, con la recomendación de que la población se mantuviera informada y en alerta ante posibles crecidas de los cauces de agua. Ese día ya se mencionaba la posibilidad de una gota fría, destacando la posible llegada de “precipitaciones intensas, extensas y persistentes, es lo que popularmente conocemos como gota fría”.

El domingo 27 de octubre, la AEMET publicó un aviso especial advirtiendo de que las lluvias podrían alcanzar niveles torrenciales en la costa mediterránea a partir del martes y señalando el riesgo de inundaciones. Para ese momento, las autoridades locales ya contaban con avisos específicos sobre las condiciones climáticas extremas que se aproximaban. El mensaje de la AEMET no daba pie a la ambigüedad: “⚠️ AVISO ESPECIAL | Una dana producirá precipitaciones generalizadas en la Península y Baleares hasta, al menos, el jueves 31. ⛈️En el área mediterránea los chubascos serán muy fuertes o, incluso, torrenciales. ¡Mucha precaución!”. Y el lunes 28 de octubre arrancó con la Comunidad Valenciana en nivel naranja, que alerta de un riesgo meteorológico importante.

Cadenas humanas con agua, cubos, escobas y otro tipo de productos se movilizan para ayudar a los afectados. (INFOBAE)

Llega la DANA

En la mañana del martes 29 de octubre, la AEMET declaró el nivel de alerta rojo para varias zonas de Valencia desde las 7:36 horas, calificando el peligro de “extremo”. A lo largo de la mañana, la agencia actualizó y amplió el nivel rojo a otras áreas, indicando la gravedad de la situación y advirtiendo sobre “lluvias torrenciales” que podrían ocasionar crecidas peligrosas en ríos y barrancos. A las 9:20, la agencia pidió nuevamente “mucha precaución”, y recomendó a la población mantenerse alejada de cauces y zonas bajas inundables.

Durante estas horas, ya se reportaban inundaciones en localidades como Catadau y otras zonas de la provincia, mientras las autoridades locales continuaban emitiendo advertencias y recomendaciones.

La primera referencia al tema del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, llegó esa mañana: “Por favor, prudencia en carreteras y mucha atención a las indicaciones de las autoridades”. La AEMET, por su parte, ya señalaba que “el peligro es importante, e incluso extremo, en algunas comarcas”. Más tarde, Mazón, en un tuit que luego borró, afirmaba que la previsión era que el episodio acabara a las seis de la tarde.

Y a las 20:03 horas, cerca de 12 horas después del inicio de las lluvias, todos los teléfonos móviles de Valencia sonaron: era la alerta masiva de Protección Civil a la población. “Se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia”, decía el texto. Para entonces, varios pueblos ya estaban anegados y cientos de personas se encontraban desaparecidas o atrapadas en sus vehículos o viviendas.

Los vecinos y vecinas de Catarroja no cesan con las labores de limpieza. (Helena Margarit Cortadellas)
Los vecinos y vecinas de Catarroja no cesan con las labores de limpieza. (Helena Margarit Cortadellas)

El desfase en las alertas

¿Por qué pasó tanto tiempo entre las alertas de la AEMET y el aviso de Protección Civil? La responsable es la Generalitat Valenciana, según el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha recordado que esas alertas son “responsabilidad” exclusiva de las comunidades autónomas.

“En el caso de la DANA que ha afectado a la Comunidad Valenciana, el envío de esta alerta masiva a la población era responsabilidad de la Generalitat, como ya hicieron los gobiernos de las comunidades autónomas de Madrid y Andalucía en pasadas emergencias de similares características”, ha asegurado.

Carlos Mazón —también en el centro de las críticas por su decisión de descartar el proyecto de crear una Unidad Valenciana de Emergencias— ha replicado que el sistema está “protocolarizado, estandarizado y coordinado” por la Dirección General de Protección Civil del Gobierno de España.

Y mientras se producen estos cruces de declaraciones, y la descoordinación se traslada a la organización de las labores de rescate y ayuda, miles de voluntarios están acudiendo a las zonas afectadas cargados con palas, cepillos y baldes.

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