Una ola de solidaridad se respira en la Comunidad Valenciana, pero aun así el paisaje es desolador y, sobre todo, apocalíptico. El sonido de las ambulancias es constante y el trasiego de coches, viandantes e incluso gente en bicicleta no cesa. Aprovechando el día festivo por el puente de Todos los Santos, centenares de valencianos han salido de sus casas cargos con comida, cubos de agua, escobas y otros productos necesarios y marchan en una cadena humana hacia los pueblos más cercanos afectados por el paso de la DANA, que ya ha dejado al menos 158 muertos. De momento, no llueve, aunque el cielo se nubla a ratos, lo que complicaría las labores de ayuda. Ya de por sí es difícil, el barro lo inunda todo.
La cadena humana se desplaza por las afueras, por la carretera CV-400, hacia Catarroja, Alfafar y Paiporta, entre otros. Sin embargo, pese a la buena voluntad, las autoridades han advertido que se puede producir un colapso y piden que la gente acuda a los centros habilitados en Valencia, donde sí se requieren voluntarios. Varios municipios han abierto puntos de recogida de ropa, mantas y alimentos para repartir entre los afectados. Son los siguientes:
- Torrent C/ del Sol, 1: se necesita ropa de cualquier talla, mantas, pañales y comida
- Riba-roja de Túria (CEIP Cervantes (C/Metge Fleming, 2): requieren ropa de abrigo y mantas
- Valencia (C/ San Juan Bosco, 48): solicitan alimentos, ropa y productos de primera necesidad
“Hoy día festivo en España y el pueblo de Valencia se ha volcado con los damnificados del temporal. Es conmovedor la riada de personas. Han tomado su pala o su escoba y se ha tirado a la calle. Llevamos andando casi una hora y no paramos de ver voluntarios. Espectacular”, ha señalado uno de los voluntarios, Francismo Guaita, en su cuenta de X (antigua Twitter).
La situación en los pueblos es triste, aunque los supervivientes agradecen “seguir vivos”. La noche en el municipio valenciano de Utiel, uno de los más golpeados por la DANA, ha sido especialmente dura. Ya un poco antes de entrar en el pueblo el escenario era dantesco. “Parece la guerra, como las imágenes que solemos ver en las películas. Nunca crees que a ti te puede tocar algo así”, cuentan algunos vecinos a Infobae España, que se ha desplazado hasta la Comunidad Valenciana para conocer de primera mano la situación. Y es que aunque en el Mediterráneo están acostumbrados a fenómenos extremos como la gota fría, jamás habían vivido una catástrofe de estas características.
En las calles circulan constantemente efectivo de la Guardia Civil, la UME, la policía local y Protección Civil, así como jóvenes equipados con palas para retirar escombros y asistir donde sea necesario. Hay barro en cada rincón, tanto que las alcantarillas están casi desbordadas. Por doquier se ven vehículos destrozados, casas que han abandonado de ser hogares, puertas de garajes arrancadas y muebles inservibles. La poderosa tormenta del martes ha dejado a Utiel devastado, al igual que a muchos otros municipios cercanos, en contraste con la normalidad en Valencia, donde el cauce del río Turia, que atravesaba el centro de la ciudad, se desviaba al sur tras la riada de 1957.
Los casi 50 efectivos del Infocam desplazados a Letur y Mira retiran escombros y apoyan labores de rescate
En Castilla-La Mancha la situación también es complicada. Medio centenar de efectivos del servicio de prevención y extinción de incendios forestales , INFOCAM, están desplazados a Letur y Mira, trabajando este viernes en la retirada de escombros y apoyo a las labores de rescate. En Letur, en la provincia de Albacete, hay cinco medios terrestres con 26 efectivos, mientras que en Mira, Cuenca, están movilizados cuatro medios terrestres y 23 efectivos, según informa el gobierno regional.
Desde el inicio de la emergencia, se han movilizado en total 15 medios terrestres, incluidas 6 autobombas, una nodriza, 3 patrullas, diversos vehículos todo terreno (VTT) y un medio aéreo. En total, participan 140 efectivos, entre bomberos forestales, agentes medioambientales y técnicos.
Las actuaciones realizadas se centran en el achique y limpieza viaria para facilitar las labores de rescate de todos los cuerpos de emergencias y seguridad involucrados, así como en el suministro de avituallamiento al personal y los afectados.