La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un matrimonio propietario de un bar en Pedralba, Valencia, a tres años de prisión al encontrarlos culpables de un delito de estafa. Según el fallo judicial, al que ha tenido acceso el medio ABC, los acusados también deberán además indemnizar con más de once millones de euros a una clienta a quien, tras ganar un premio del Día del Padre de la Lotería Nacional, convencieron de compartir la suma bajo el argumento de que no podían determinar cuál de los tres décimos en su poder era el ganador.
También puedes seguirnos en nuestro canal de WhatsApp y en Facebook
La sentencia describe la maniobra de los condenados como una “maquinación” para obtener “un beneficio patrimonial” del premio de 15 millones de euros asignado al número 39.813 en el sorteo del Día del Padre. Además, había otros dos décimos premiados con 130.000 euros a la serie, que los condenados también utilizaron para persuadir a la ganadora y otros beneficiados de dividir el premio en cuatro partes.
El juez ha establecido que de los más de once millones de euros de indemnización, 7,4 millones corresponden a la denunciante, mientras que sus dos hijos recibirán 1,8 millones cada uno. Además, el fallo dispone que los otros seis beneficiarios del reparto, quienes se vieron involucrados sin conocimiento del fraude, serán responsables de manera “solidaria” por un total de 9,25 millones de euros.
La convencieron para que dividiera el premio
Según se detalla en la sentencia, la denunciante jugaba cada semana a la lotería con el mismo número. El 12 de marzo de 2017, adquirió el número 39.813 en el establecimiento, dejándolo en custodia de la propietaria ante su imposibilidad de regresar al pueblo la semana siguiente. Esta última guardó el boleto junto con otros dos de otros clientes, y el 18 de marzo, cuando se supo que el número había sido premiado, la acusada se contactó con la verdadera ganadora para informarle del resultado y solicitar que se personara en el bar.
Al llegar al lugar, los dueños cerraron el bar y bloquearon la puerta para evitar que otros ingresaran. Exhibieron los tres boletos premiados y, aunque sabían que uno pertenecía a la víctima, le dijeron que no podían identificar cuál era el agraciado con el premio mayor. Así, la convencieron de que, si quería cobrar el premio, debía dividirlo con otros tres participantes que jugaban el mismo número.
La denunciante, presa de los nervios y sin contar con más información, accedió al reparto, tras lo cual los acusados notificaron a los otros dos beneficiarios, quienes también desconocían los detalles y aceptaron la división. Fruto de esta maniobra, el 20 de marzo de 2017, todos acudieron a un notario en Lliria para formalizar el acuerdo, bajo la creencia de que el décimo premiado no podía identificarse.
El fallo señala que la víctima y sus hijos sufrieron un “importante perjuicio patrimonial”, ya que, en realidad, les correspondía el premio completo, pero solo recibieron una cuarta parte, es decir, 3,7 millones de euros. En consecuencia, el tribunal ha condenado a los propietarios del bar bajo los artículos 248, 249 y 250.1.5 del Código Penal a tres años de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.
La resolución es recurrible ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en un plazo de diez días desde su notificación. La querella fue presentada el 28 de noviembre de 2017, dando inicio a un proceso que ha durado seis años y que los perjudicados consideran “notablemente desmesurado” dada la “escasa complejidad” del caso.