Las grandes energéticas en España superan los 10.200 millones en beneficios mientras el Gobierno deja caer el impuesto

Este crecimiento coincide con la decisión del Gobierno de dejar que expire el gravamen extraordinario aplicado a estas compañías en los últimos dos años. El impuesto recaudó, de media, 1.404 millones anuales

FOTO DE ARCHIVO. Líneas de alta tensión y un poste eléctrico junto a un grupo de aerogeneradores en el Barranco de Tirajana, en la isla de Gran Canaria, España. 11 de mayo de 2022. REUTERS/Borja Suárez

Las principales compañías energéticas en España han registrado un beneficio neto de 10.247 millones de euros en los nueve primeros meses del año, impulsadas en gran medida por las ganancias de Iberdrola y las operaciones de venta de activos en el extranjero. Este crecimiento coincide con la decisión del Gobierno de dejar que expire el gravamen extraordinario aplicado a estas compañías en los últimos dos años, lo que ha supuesto ingresos millonarios para las arcas del Estado. La eliminación de este tributo genera un nuevo contexto fiscal para el sector y plantea preguntas sobre su impacto en las estrategias de inversión y en la relación entre las energéticas y el Ejecutivo.

En las últimas semanas, el Gobierno habría estudiado diferentes propuestas que llegan desde el sector privado y desde sus departamentos. Las enmiendas del PSOE, conocidas el pasado miércoles, dejaron entrever que el Ejecutivo dejará decaer el tributo, lo que ha calmado los ánimos de las empresas más críticas, como Repsol. Hasta ahora, se barajaba la posibilidad de reformar el gravamen, contemplando deducciones impositivas para las empresas que se encuentran desarrollando proyectos ‘verdes’. Los impuestos a la banca y a las energéticas habían conseguido recaudar, de media, 2.900 millones de euros en dos sectores que muestran beneficios récord trimestre tras trimestre.

Diferentes organizaciones parlamentarias, como ERC o Bildu, proponían la permanencia de ambos tributos junto a un aumento del tipo impositivo, “a la vista de los beneficios récords anunciados en los últimos meses tanto por la banca como por las empresas energéticas”. Sin embargo, las presiones lanzadas por las compañías han surtido efecto en el Ejecutivo. Empresas como Repsol, o Cepsa, amenazaron con desviar sus inversiones a países como Portugal, buscando forzar al Gobierno central a desactivar el impuesto.

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Los efectos del gravamen en las arcas del Estado y su posible eliminación

El impuesto a las energéticas, inicialmente concebido como una medida temporal, ha generado ingresos importantes para el Ministerio de Hacienda, que recaudó aproximadamente 1.164 millones de euros en el último año, sumados a los 1.644 millones obtenidos el ejercicio anterior. Durante su vigencia, el gravamen ha afectado principalmente a grandes empresas como Repsol, que ha desembolsado cerca de 800 millones de euros, seguida de Cepsa con 570 millones, Endesa con 410 millones, e Iberdrola y Naturgy con 370 millones y 254 millones respectivamente.

La posible eliminación de este tributo ha calmado la tensión en el sector. Tras las enmiendas presentadas por el PSOE en el Congreso, el Gobierno planea dejar que el gravamen caduque, una decisión que las energéticas han recibido como una oportunidad para recuperar competitividad y consolidar sus inversiones en España. En particular, Repsol ha manifestado su compromiso de continuar con su plan estratégico en el país, que incluye proyectos de transición energética y optimización de plantas de producción.

Iberdrola lidera el crecimiento en el sector

Con un beneficio neto que representa más de la mitad de las ganancias del sector, Iberdrola se ha consolidado como la energética con mejor rendimiento en 2024. La multinacional, presidida por Ignacio Sánchez Galán, alcanzó los 5.471 millones de euros de beneficio neto hasta septiembre, un incremento del 50% respecto al año anterior. Esta cifra récord se debe en gran parte a la venta de activos en México y a una recuperación de déficit de tarifa en Reino Unido. Sin embargo, incluso sin estos ingresos extraordinarios, la compañía ha experimentado un aumento del 22,4 % en su beneficio recurrente, lo cual, según analistas, demuestra la solidez de sus operaciones y la eficacia de su plan de inversiones en energías renovables.

Endesa y Naturgy: crecimiento moderado y presión por el gravamen

Endesa y Naturgy han mostrado también un crecimiento positivo en el último trimestre, aunque a una escala menor en comparación con Iberdrola. Endesa registró un beneficio de 1.404 millones de euros, un 32,6 % más que en el mismo período del año anterior, impulsado por la recuperación del negocio de gas y el desempeño positivo de sus distintas líneas de negocio. Endesa espera alcanzar un beneficio neto en el rango superior de sus previsiones para el año, entre 1.600 y 1.700 millones de euros.

Por su parte, Naturgy, que no publica resultados trimestrales completos, ha anunciado beneficios de 1.580 millones de euros entre enero y septiembre. La empresa ha mantenido una postura prudente respecto al futuro del gravamen a las energéticas, en contraste con otras compañías como Repsol, que han manifestado abiertamente su oposición al impuesto extraordinario, calificándolo como un obstáculo para la competitividad y el desarrollo del sector energético en España.

Repsol y el impacto del mercado de petróleo y gas

El caso de Repsol es notable, ya que sus beneficios han sido significativamente menores en comparación con sus competidores en el sector eléctrico. La petrolera registró 1.792 millones de euros de beneficio hasta septiembre, un 36% menos que el año pasado, afectada por la disminución de los precios del crudo y el gas, así como por márgenes industriales reducidos. Este contexto ha llevado a la empresa, cuyo consejero delegado es Josu Jon Imaz, a intensificar su presión sobre el Gobierno para evitar la prolongación del impuesto extraordinario. Repsol ha argumentado que el gravamen reduce su competitividad frente a otras empresas de su sector en países donde no existen tributos de estas características.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, defendía la permanencia del impuesto a las energías, destacando que Repsol comporta el 62 % de las emisiones de CO2 en el Ibex 35. “¡Qué menos que gravar eso!”, sostuvo.

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