La Corona de Noruega atraviesa una de las peores crisis en su historia. A los problemas de salud de Mette-Marit, se suman las polémicas y los escándalos protagonizados por su primogénito, Marius Borg Høiby, quien el pasado mes de agosto fue acusado de conductas machistas y abuso contra su exnovia. Pero, por si fuera poco, Durek Verrett, el marido de la princesa Marta Luisa, ha sido acusado de agresión sexual.
Las controversias que rodean a la casa real noruega mantiene a los royals trabajando en cómo limpiar la imagen de la Corona. Sin embargo, no está siendo nada fácil, sobre todo porque, a medida que avanza el tiempo, salen a la luz nuevos detalles sobre el delicado estado de salud de la esposa del príncipe Haakon de Noruega o de la controversia de Marius Borg. Precisamente, la prensa internacional ha sacado a la luz la supuesta llamada telefónica que realizó Mette-Marit a su hijo, tan solo minutos antes de que este fuese apresado por la policía noruega el pasado mes de agosto.
El primogénito de la princesa fue detenido en Oslo por haber agredido y amenazado a su entonces novia, Nora Haukland. Aquella denuncia fue el principio de otra serie de acusaciones por parte de otras de sus exparejas, quienes aseguran que también fueron agredidas física y psicológicamente cuando salían con él.
Desde entonces, la casa real noruega se ha mantenido en el centro del huracán, puesto que la policía continúa investigando el caso y, además, la prensa noruega mira con lupa cada uno de sus movimientos. Tanto es así que hace unos días los medios de Noruega desvelaron que el fiscal de la defensa, Petter J. Grødem, solició a la policía que convoquen a Mette-Marit para que sea interrogada. Ahora, han filtrado que la royal noruega habría llamado a su hijo antes de ser detenido.
Una llamada telefónica
Los medios locales contaron que tan solo minutos antes de que se produjera el arresto a Marius Borg, la policía llamó al hijo de Mette Marit por teléfono y le avisaron de que iban hacia la casa para detenerlo. “Pero Marius ya debía saber lo que le esperaba”, dijeron fuentes cercanas a la investigación. Al parecer, la princesa ya se había puesto en contacto con su primogénito antes de que las autoridades le localizaran.
“La princesa habría llamado a Marius poco antes que los agentes de seguridad. Habría tenido una conversación telefónica en la que le contaría que iban a arrestarlo”, explican en la prensa noruega, quienes van más allá y desvelan un detalle que podría dar un giro de 180 grados al caso. “Cuando la policía llamó a Marius Borg Høiby, poco después, acordaron reunirse con él en la escuela Jansløkka, que está cerca de su casa y la de los príncipes herederos en Skaugum. Según el registro policial, desde que la policía llamó a Høiby hasta que lo arrestaron en la escuela pasaron 33 minutos. Durante ese tiempo, la princesa heredera Mette-Marit, que vive al lado, habrá limpiado la casa de la que dispone Høiby. Más tarde, lo llevó a la escuela de Jansløkka, donde le esperaba la policía”, asegura VG, uno de los medios más importantes del país nórdico.
Pero, ¿quién alertó a Mette-Marit? El mismo tabloide asegura que, según las declaraciones que la oficina del ministerio de justicia dio este mismo jueves, 31 de octubre, nadie notificó al tribunal ni a la princesa heredera que Marius Borg Høiby iba a ser detenido el pasado 4 de agosto. Tanto es así que la policía quiso hacerse con el teléfono móvil del hijo de Mette-Marit, pero en el momento de la detención se lo entregó destrozado y sin una tarjeta SIM.
“Por ahora no está claro cómo la princesa pudo haberse enterado de los planes de los agentes para arrestar a su hijo incluso antes de que se iniciaran. Según Trude Larstad, directora de comunicaciones del Departamento de Justicia y Emergencias, tampoco notificaron al servicio de guardaespaldas ni a otras partes externas”, afirma el ya citado medio.