La influencer Laura Matamoros (31 años) padece una enfermedad que le afecta a la visión de uno de sus ojos. La joven comenzó a notar sus problemas de vista hace algunos años y por ello descubrió qué es lo que tenía. Es consciente de sus limitaciones; sin embargo, en ocasiones comparte con sus seguidores el temor que tiene a que le pase lo mismo que a su padre, Kiko Matamoros.
Es por esta razón, que la creadora de contenido ha dado un paso al frente y ha decidido acudir al médico, pues cuenta que el miedo le había impedido ir a la consulta hasta ahora. Después de un tiempo sin contar novedades, ahora ha tomado la decisión de compartir con sus seguidores, más de un millón en Instagram, el diagnóstico que le han dado los profesionales.
El pasado martes cambiaba de actitud, salía de casa y visitaba el hospital, con la esperanza de que los resultados estuviesen bien. La joven ha contado cómo se siente y ha dicho: “Me da miedo quedarme ciega”. Las palabras han generado impacto entre sus allegados y sus fans, quienes no se esperaban esta declaración de Laura.
Pánico al diagnóstico
Finalmente, los profesionales han confirmado que se trata de un glaucoma en uno de sus ojos que provoca la pérdida de visión. Además, se sinceraba contando que: “No me reviso por miedo a los resultados”, y es que a pesar de que lo había intentado aguantar, ya no podía más.
Aprovechando su influencia en redes sociales, cuando contó cómo era su estado de salud actual, aprovechó para decir que su actitud no es la correcta y resaltar la importancia de que hay que acudir a los profesionales en cuanto se detecte que algo no va bien. Se abrió del todo mostrando con naturalidad su lado más emocional.
La hija del colaborador de televisión contó que se encontraba muy nerviosa en los momentos previos a esta visita. Y con esto decía: “La verdad es que tengo que reconocer que me dan miedo los resultados de los médicos, sobre todo sabiendo cuál es mi diagnóstico principal”, confesaba.
Vivir con su enfermedad
Pese a que a primera vista no le afecta muchísimo en su día a día, sí que tiene alguna que otra molestia, pero ya lleva tiempo viviendo con ello. “Los que me seguís desde hace muchos años, ya sabéis que tengo un glaucoma en el ojo derecho de tensión baja”.
Explicaba un poco más a fondo que era un glaucoma: “Para quien no sepa lo que es, es pérdida de visión del nervio, porque se va oprimiendo y va dejando sin visión al ojo”. Por suerte nunca se ha tenido que enfrentar sola a su problema y ha estado rodeada por familiares y amigos.
En esta última prueba ha estado acompañada por su hermano Diego Matamoros. Una compañía que le ha venido muy bien, ya que tienen que dilatarle las pupilas para poder realizarle las pruebas correctas. Esa dilatación provoca que no pueda ver con claridad, le dificulte hacer cosas básicas. Pero por suerte, ahí estuvo Diego para poder guiarle y calmar los nervios.