La DANA la atrapó en su coche, subió a un arbusto para sobrevivir y estuvo allí horas: “Pensé que me había muerto porque estaba ahogada completamente”

Una joven estuvo cinco horas atrapada en medio de las inundaciones en Paiporta, Valencia, después de conseguir escapar del coche donde se encontraba junto a su pareja

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Vecinos de la localidad de
Vecinos de la localidad de Paiporta, Valencia, entre los escombros arrumbados en el barranco del Pollo este jueves. (EFE/Manuel Bruque)

La DANA que ha arrasado, y continúa a fecha de hoy, arrasando distintos puntos de la península, especialmente Comunidad Valenciana, Andalucía y Castilla-La Mancha, es la peor gota fría que ha asolado España en el siglo XXI, donde ya hay más de 140 fallecidos. Este hecho se puede comparar con la riada del río Turia (Valencia) de 1957, cuya catástrofe dejó más de 80 muertos; o la riada de Biescas (Huesca) en 1996, que dejó 87 personas sin vida.

La tromba de agua ha provocado el desbordamiento de ríos y como consecuencia grandes inundaciones que han arrasado con todo lo que ha encontrado a su paso. Sin opción de evacuar la zona, muchas personas quedaron atrapadas en sus hogares o en locales, prácticamente incomunicados. Por esto mismo, la noche del martes las redes sociales y las radios del país entraron en acción para pedir socorro u obtener información sobre los familiares.

Esto es lo que le ocurrió a Vicente, que contactó con el programa El Partidazo de COPE porque no podía localizar a su sobrina Paula. “Llevamos prácticamente toda la tarde intentando localizar y la verdad es que es desesperante esto. No sabemos dónde, no sabemos nada”, relató su tío a Juanma Castaño, presentador del programa. Vicente explicó en directo la desesperación de la familia al perder contacto con Paula, quien en su última llamada mencionó que estaba subida a un árbol para protegerse del agua que subía con fuerza. Desde el lunes, el teléfono de emergencias 112 en la Comunitat Valenciana había recibido casi 5.000 llamadas relacionadas con el temporal, especialmente en los municipios de Chiva, Cheste y Torrent, entre otros.

Cinco horas agarrada a un arbusto

A pesar de la incertidumbre inicial, la historia de Paula tuvo un final feliz. La joven explicó en el programa cómo logró salir del coche junto a su pareja cuando el agua comenzó a entrar. Ambos intentaron mantenerse a salvo mientras el nivel del agua seguía aumentando y Paula llegó a sentir cómo el agua la ahogaba. “Estaba en el coche hablando con mis padres y ellos nos iban dando instrucciones. Me quité el cinturón, bajé la ventanilla y conseguí salir del coche junto a mi pareja”, relató.

“Hubo un momento en que la corriente era tan fuerte que tuve que decirle a mi padre que no podía estar más con el móvil porque me tenía que agarrar bien”, expresó, emocionada. Describió cómo en esos momentos de incertidumbre pensó que podría no sobrevivir.

People walk on a mud-covered
People walk on a mud-covered street in the aftermath of torrential rains that caused flooding, in Paiporta, Spain, October 31, 2024. REUTERS/Eva Manez

El relato de Paula continuó detallando cómo la corriente los arrastró por cerca de 700 metros, de Paiporta a La Torre, golpeándolos contra árboles, coches e incluso otras personas. “A mi pareja la perdí un momento, pero luego la encontré por milagro. Durante todo esos momentos llegué a pensar que me había muerto porque estaba ahogada completamente, no podía respirar”, añadió. Finalmente, Paula y su pareja lograron aferrarse a un arbusto donde permanecieron de pie durante cinco horas hasta que los GEOS, unidad de élite de la Policía Nacional, los rescataron. “Al final conseguí sacar la cabeza y fue cuando vi a una persona, que resultó ser mi pareja. La corriente nos siguió llevando hasta un arbusto al que me agarré. Estuve unas 5 horas en el arbusto de pie hasta que llegaron a rescatarnos los G.E.O., que venían con trajes de buzo y todo”, relató al programa.

Paula confesó que ella no perdió la esperanza “en ningún momento”. “Estaba con mi pareja al lado y entro los dos nos dimos muchísima fuerza. Hubo momentos que fueron eternos porque cada vez que no le veía pensaba que lo había perdido. Nos apoyábamos, no perdíamos la esperanza y cuando vimos que el agua bajaba nos decíamos que ‘nosotros podemos’”, comentaba. Una vez que fue rescatada por los GEO, tenía síntomas de hipotermia, ya que hubo un momento en el que “no tenía ni frío ni calor”.

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