“No hubo ninguna previsión, todo fue un caos”. Es el lamento que más se repite entre los componentes de bomberos, Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales que todavía participan en las labores de rescate tras la DANA que ha arrasado parte de la provincia de Valencia. Pese a lo imprevisible de la que ya es la tercera catástrofe natural más mortal en España, los cuerpos de seguridad y emergencias adolecieron de otras carencias que multiplicaron la tragedia.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había activado el nivel rojo de alerta para el día y algunos expertos habían avisado del “potencial” que tenía la DANA a su paso por la provincia. Sin embargo, los cuerpos policiales no habían previsto ningún tipo de posible refuerzo de efectivos al servicio habitual de la tarde y noche de un martes. Tampoco de recursos materiales.
Por ejemplo, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil sólo contaba con las “dos gomas (lanchas)” de las que dispone en la provincia de Valencia, asegura Eduardo Cano, portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Valencia. Estas embarcaciones, de las que también disponen los bomberos, son fundamentales para el rescate de personas en medios acuáticos o en los que existe una gran acumulación de agua y no se puede acceder por tierra.
El servicio habitual en los cuarteles de la Guardia Civil en la provincia “no se reforzó” tras el estallido de las primeras riadas que dejaron a miles de personas atrapadas y desaparecidas. Los agentes de servicio en acuartelamientos como los de Paiporta, donde fallecieron ahogados dos agentes y la pareja de un tercero, o Utiel quedaron atrapados “en cuestión de minutos”. “El cuartel de Utiel ya no existe, se lo llevó la riada”, explica el portavoz de AUGC, que también reitera la “falta de efectivos” pese a que el Gobierno celebra los máximos históricos de agentes: “No he visto menos guardias en 34 años de profesión”.
No ha sido hasta la mañana de este miércoles cuando las fuerzas de seguridad han podido organizar la incorporación a los trabajos de efectivos que se han prestado voluntarios y han podido dar descanso a otros que llevaban trabajando desde primera hora de la tarde del martes.
Retrasos en los despliegues
Otros funcionarios, en este caso de la Policía Nacional, tampoco fueron desplegados en un primer momento pese a su disposición para hacerlo. Se trata de los agentes que componen la Unidad de Intervención Policial (UIP), más conocidos como antidisturbios, con sede en Valencia. Según el sindicato Jupol, los efectivos fueron convocados durante la noche del miércoles, pero no fueron desplegados hasta primera hora de este jueves. Desde la Dirección General de Policía niegan este extremo y aseguran que la UIP de Valencia estaba “trabajando” desde las primeras horas de la DANA.
El avance del temporal era inabarcable para los efectivos de emergencias disponibles durante las primeras horas, por lo que la Generalitat Valenciana elevó el nivel de emergencia y solicitó al Gobierno central el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Esa activación ocurrió a las 20:36 horas, apenas 15 minutos después de que la Generalitat lanzase una alerta masiva de Protección Civil a los valencianos. Para entonces, las riadas ya habían atrapado a cientos de personas e, incluso, habían derribado un puente en la localidad de Paiporta, donde se concentran buena parte de los daños personales y materiales.