La DANA que ha provocado las inundaciones en Valencia, y que ha provocado muertes tanto en dicha provincia como en otras zonas de Andalucía y Castilla-La Mancha, pasará a la historia como uno de los desastres más mortíferos de nuestro país.
Las magnitudes de esta catástrofe ha provocado la coordinación de las diferentes comunidades autónomas afectadas con el Gobierno central y los distintos equipos y operativos de emergencia. Sin embargo, también ha despertado dudas respecto a por qué se tardó tanto en alertar a la población del peligro que corría, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de alerta roja que había emitido la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) a primera hora de la mañana el martes.
De este modo, ha sido la propia AEMET la que respondido a Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, cuando este trataba de señalar a los “organismos con competencia exclusiva del Gobierno central” como principales responsables, y no al presidente autonómico, Carlos Mazón, que pese a la alerta emitida aseguró a la ciudadanía que la intensidad de la DANA se reduciría a partir de las 18 horas.
“Los responsables de AEMET y de las confederaciones hidrográficas siempre están a disposición de las autoridades de Protección Civil”, ha comentado la Agencia. “Los avisos se han sucedido desde el jueves 24 de octubre, con notas informativas y actualizaciones inmediatas desde el martes 29 de octubre”. De este modo, parece evidente que las autoridades valencianas hicieron caso omiso de la alerta roja de la Agencia.
Cómo funcionan los colores en el sistema de avisos
El nivel rojo es el máximo que puede emitir la AEMET. “Con el fin de ofrecer la información más adecuada posible y en armonía con los criterios europeos comunes, se contemplan cuatro niveles básicos, a partir del posible alcance de determinados umbrales”. Unos criterios establecidos según la frecuencia y la adversidad, “en función de la amenaza que puedan suponer para la población”.
En el caso del nivel verde, ello implicaría la ausencia de riesgo alguno ni una predicción de que este pueda tener algún impacto significativo. Con el nivel amarillo, “no existe riesgo meteorológico para la población en general aunque sí para alguna actividad concreta”. POr ello, se recomienda prestar atención a las predicciones meteorológicas, mientras que algunas actividades al aire libre “pueden verse alteradas”.
Los más adversos
Los dos niveles más graves son el naranja y el rojo. Con el primero, “existe un riesgo meteorológico importante”, por lo que se recomienda estar preparado. “Tome precauciones y manténgase informado de la predicción meteorológica más actualizada. Las actividades habituales y al aire libre pueden verse alteradas”, aconseja la AEMET al respecto.
Con el último color, “el riesgo meteorológico es extremo”, ya que se puede dar un fenómeno meteorológico no habitual y de muy alta intensidad. “Tome medidas preventivas y actúe según las indicaciones de las autoridades”, recomienda la AEMET. “Manténgase informado de la predicción meteorológica más actualizada. Las actividades habituales pueden verse gravemente alteradas. No viaje salvo que sea estrictamente necesario”.
Los avisos para el mismo día se realizan a partir de las siete y media de la mañana, mientras que para días siguiente se hacen entre las 10 y las 11:30. “En ocasiones, la coincidencia de determinadas variables atmosféricas, su intensidad, la duración en el tiempo o su ocurrencia en épocas de marcada importancia social pueden justificar la emisión de ‘avisos especiales’, recuerda la Agencia, que el martes a las 8:04, media hora después de subir la alerta a nivel rojo, insistía a través de sus redes sociales: “¡Mucha precaución! ¡El peligro es extremo!”, algo que repitió a lo largo del día.