Guardar dinero en efectivo en casa puede parecer una opción segura para quienes buscan tener sus ahorros disponibles al instante y sin pasar por el laberinto burocrático de los bancos. Sin embargo, mantener el dinero “bajo el colchón” es una práctica que, lejos de generar beneficios, conlleva una pérdida de valor debido a la inflación y a la falta de rentabilidad. En un contexto en el que las entidades bancarias ofrecen cada vez más opciones de inversión accesibles, como depósitos y cuentas remuneradas, la decisión de ahorrar en metálico implica dejar pasar oportunidades importantes de crecimiento para el dinero.
Uno de los principales factores que afectan a los ahorros guardados en efectivo es la inflación. Este fenómeno económico, que implica el aumento generalizado de los precios, reduce el poder adquisitivo del dinero. Así, si en 2024 la inflación media se encuentra en un 3,6%, los precios de bienes y servicios aumentan en esa proporción, lo que significa que con la misma cantidad de dinero podemos comprar menos cada año. Si los ahorros se mantienen en una hucha o en una cuenta sin rentabilidad, su valor efectivo se reduce con el tiempo. En cambio, una cuenta remunerada o un depósito que ofrezca un rendimiento superior a la inflación podría ayudar a contrarrestar esta pérdida.
El riesgo de guardar el dinero en casa: seguridad y pérdida de oportunidades
Más allá de los efectos de la inflación, guardar el dinero en casa también implica riesgos importantes. En caso de robo o pérdida, el efectivo no cuenta con ningún respaldo o seguro que permita su recuperación. En cambio, al depositar el dinero en el banco, el Fondo de Garantía de Depósitos protege hasta 100.000 euros por titular, una cobertura que asegura el saldo de los ahorradores en caso de quiebra de la entidad. Además, tener el dinero en casa representa una pérdida de oportunidades, especialmente en un contexto donde las opciones de ahorro e inversión están diseñadas para satisfacer distintos perfiles de riesgo y niveles de rentabilidad.
Tener una pequeña cantidad de dinero en efectivo en casa puede ser conveniente para cubrir gastos imprevistos o en situaciones donde no se dispone de un cajero automático cercano. Sin embargo, muchos expertos indican que esta cantidad debe ser moderada y responder a necesidades puntuales, no a una estrategia de ahorro a largo plazo. La recomendación general de los expertos financieros es contar con un fondo de emergencia equivalente a tres o seis meses de gastos en una cuenta que permita el acceso inmediato, aprovechando las cuentas remuneradas para este propósito.
El hecho de que un amplio sector de la población siga ahorrando en cuentas sin rentabilidad o en metálico refleja la necesidad de mejorar la educación financiera en el país. Según datos del Banco de España, en la última Encuesta de Competencias Financieras de 2021, un 70% de los encuestados lograron ahorrar, pero un 68% lo hizo en cuentas corrientes sin intereses, y un 40% lo guardó en metálico, incrementando su vulnerabilidad frente a la inflación. La disponibilidad de opciones de ahorro como los depósitos y las cuentas remuneradas brinda a los ahorradores la posibilidad de hacer crecer su dinero de forma segura, adaptándose a distintos niveles de disponibilidad y tolerancia al riesgo.
Opciones de ahorro para generar rentabilidad: depósitos y cuentas remuneradas
Para quienes buscan alternativas más rentables, existen dos productos bancarios accesibles: los depósitos a plazo fijo y las cuentas remuneradas. Ambos tipos de cuentas permiten generar ingresos sobre el saldo depositado, evitando que el dinero pierda valor con el paso del tiempo. Actualmente, varias entidades ofrecen rentabilidades superiores al 3%, una cifra atractiva si se compara con la inflación.
Los depósitos, por ejemplo, permiten asegurar una rentabilidad fija durante un período determinado. En el mercado español, algunos depósitos alcanzan un interés anual del 3,1%, mientras que en entidades bancarias europeas, como Banca Progetto, el interés llega hasta el 3,6% anual. Este tipo de depósito está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos en cada país, que cubre hasta 100.000 euros por titular. Si bien el dinero depositado no es accesible durante el plazo, algunas opciones como el Depósito Avantio Flexible de Banca March permiten una cancelación anticipada, aunque con una rentabilidad reducida.