La reforma de la Seguridad Social en España ha introducido un nuevo sistema de cotización que afectará a los más de 3,3 millones de autónomos inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Uno de los cambios más significativos es que, a partir de 2025, la base de cotización de los autónomos se calculará en función de sus rendimientos netos, dividiéndolos en 15 tramos de ingresos. Este cambio implica que muchos autónomos deberán realizar ajustes en sus cuotas, y, en algunos casos, el incremento puede superar los 1.000 euros anuales.
La reforma de las cotizaciones de los autónomos se centra en la creación de un sistema que ajusta las cuotas a los ingresos reales de cada trabajador por cuenta propia, en lugar de aplicar una base fija independientemente de sus ganancias. Bajo el sistema anterior, la mayoría de los autónomos cotizaba por la base mínima, sin importar sus ingresos, una medida que se pretendía adaptar a la variabilidad de sus ingresos y que, en muchos casos, significaba una cotización baja para quienes generaban rendimientos elevados. Con el nuevo sistema, la Seguridad Social pretende alinear las contribuciones con la realidad económica de cada autónomo, haciéndola más proporcional.
Los tramos de ingresos y las nuevas bases de cotización
La reforma establece 15 tramos de ingresos, que van desde aquellos autónomos cuyos rendimientos mensuales sean inferiores a 670 euros hasta los que superen los 6.000 euros al mes. Dependiendo del tramo, la cuota mensual variará en función de la base de cotización asignada. Para los trabajadores en la franja de ingresos más baja, la cuota mínima pasará de los 230 euros actuales a 200 euros mensuales, una medida que busca aliviar la carga económica de los autónomos con menores ingresos. En cambio, aquellos con ingresos superiores a los 1.700 euros verán un incremento en sus cuotas mensuales de entre 30 y 90 euros, lo que se traduce en un aumento anual que podría llegar a los 1.080 euros.
El nuevo sistema de cotización, que depende de los ingresos declarados, está diseñado para revisarse anualmente a partir de la declaración de la renta de cada autónomo. En los últimos meses, se ha confirmado que el 74% de los autónomos deberá ajustar sus cuotas, ya que los ingresos declarados durante 2023 fueron inferiores a los ingresos reales. De este grupo, aproximadamente el 48% tendrá que abonar una diferencia de más de 1.000 euros. Esto significa que aquellos autónomos que hayan declarado ingresos bajos pero obtuvieron ingresos netos elevados deberán realizar ajustes significativos en sus pagos a la Seguridad Social.
Las notificaciones de estos ajustes llegarán a los autónomos a través del sistema telemático NOTESS, el canal oficial de comunicación de la Seguridad Social, y se espera que estos ajustes sean retroactivos. Esto supone una carga adicional para quienes no han declarado sus ingresos reales de manera precisa, y que ahora se enfrentarán a pagos que pueden alcanzar o superar los 1.000 euros, dependiendo del volumen de ingresos no declarados correctamente.
La controversia entre los autónomos sobre los efectos de la reforma
La reforma ha generado reacciones divididas en el sector de los trabajadores autónomos. Mientras que algunos valoran el enfoque de equidad en las contribuciones, otros sostienen que el nuevo sistema puede aumentar la carga económica de aquellos con ingresos fluctuantes, especialmente en sectores donde las ganancias no son constantes. Las sanciones y ajustes retroactivos previstos para 2025 han suscitado inquietud entre los autónomos, quienes temen que este sistema no solo aumente sus cuotas, sino que complique su planificación financiera.
Para los nuevos autónomos que se den de alta a partir de 2025, la reforma incluye la posibilidad de acogerse a la tarifa plana, que consiste en una cuota reducida de 80 euros al mes durante el primer año. Esta medida se mantendrá como una forma de facilitar el emprendimiento y la incorporación de nuevos trabajadores por cuenta propia, aunque no beneficiará a los autónomos que ya están registrados en el sistema y deben adaptarse a las nuevas cuotas.
Quienes se encuentren en los primeros tramos de ingresos también verán reducidas sus cuotas mínimas, una medida que pretende beneficiar a los autónomos con ingresos bajos. Sin embargo, la Seguridad Social revisará anualmente los ingresos declarados, lo que significa que aquellos autónomos cuyos ingresos aumenten deberán adaptar sus cotizaciones al alza, ajustándose a los tramos superiores.