Fachada de la mansión de Gérard Depardieu, a la venta por 50 millones de euros. (Daniel Féau) No está siendo una época fácil para Gérard Depardieu. El actor francés de 75 años es recordado por muchos gracias a su papel en películas como Cyrano de Bergerac, Astérix y Obelix o Novecento (1900). Sin embargo, hoy en día es su juicio por agresión sexual, recién comenzado esta semana, lo que hace que su nombre aparezca en los periódicos franceses.
Los tribunales franceses han decidido aplazar el proceso judicial hasta el mes de marzo de 2025 debido a los problemas de salud del actor, por lo que parece que Depardieu podrá olvidarse, al menos durante unos meses, de las acusaciones realizadas por dos trabajadoras de un rodaje en el que participó en 2021. Meses en los que, no obstante, deberá hacer frente a un nuevo problema, relacionado con una de las propiedades que más quiere desprenderse.
La historia comienza en diciembre de 2012, cuando el por aquel entonces Primer Ministro de Francia, François Hollande, anunció un impuesto del 75% para los ciudadanos con ingresos superiores a un millón de euros al año. Acto seguido, se conoció que el famoso actor había decidido abandonar su país natal para mudarse a Néchin, un pueblo de Bélgica, país con una carga retributiva mucho menor. De hecho, fue el alcalde de dicha localidad quien dio la noticia, alegando que otro de los motivos que había convencido al actor era la calidad de vida de la que presumía el municipio.
Pero todo parece indicar que la mudanza de Depardieu tuvo poco que ver con lo ‘cualitativo’. No en vano, días después, una importante inmobiliaria lanzó el siguiente anuncio. “Se vende mansión particular de 1.800 metros cuadrados en el 6ème arrodissement parisino que incluye el Hôtel Chambon, construido en el siglo XIX y catalogado como Monumento Histórico, rodeado de un amplio jardín y terrazas”. Un texto que hacía referencia a la casa en la que, hasta entonces, había residido el intérprete.
Salón de la mansión de Gérard Depardieu en París. (Daniel Féau) Una lujosa mansión adquirida en 1994 a cambio de algo menos de cuatro millones de euros. Depardieu la reformó por completo y añadió también “un edificio residencial secundario tipo loft, iluminado por una claraboya, con hermosa arquitectura y diseño, ascensor, balcón, piscina climatizada...”, tal y como indicaba el anuncio de la inmobiliaria Daniel Féau. Además, el complejo cuenta con un enorme jardín que lo circunda. Y todo ello, por un precio que ascendía a los 50 millones de euros.
Han pasado doce años desde entonces. Depardieu ha tenido tiempo de mudarse también de Bélgica e instalarse en Rusia, para luego conocerse que vivía en un barco en el Mediterráneo, o que había conseguido la residencia en Dubái. Un sin fin de novedades que contrastan, en cambio, con una realidad fija: su mansión de París sigue sin venderse. “A estos precios, los compradores potenciales se pueden contar con los dedos de una mano”, explicaba hace unos años un conocedor del mercado inmobiliario de lujo al periódico galo Le Figaro. La propiedad ya no es anunciada en el portal, pero queda a la espera de que ofrezca un comprador.
Por otro lado, justo al lado de su mansión se encuentra una de las entradas al monasterio de la Visitación, un edificio con un jardín de 5.500 metros cuadrados que parece estar apunto de convertirse en un “centro solidario”, informa ahora dicho medio, “gestionado por asociaciones”. Una reforma que implicará nuevas instalaciones, incluyendo una residencia para personas discapacitadas y decenas de viviendas. Edificios que, a la postre, podrían oscurecer la terraza construida por el actor, así como su vista directa al extenso jardín. Una serie de futuros acontecimientos que, según los expertos, podría devaluar hasta en un 20% el valor de la vivienda.
Piscina climatizada de la mansión de Gérard Depardieu en París. (Daniel Féau) Cabe recordar que, de confirmarse esta bajada de precio, podría repetirse la situación de cuando Depardieu decidió vender su villa en Néchin, ya que tras adquirir la propiedad por 1,2 millones de euros y ponerla a la venta por un precio similar, se vio obligado a venderla por un precio inferior a los 800.000 euros. Una pérdida considerable de dinero a la que sumar el hecho de que se comenta que el actor, en realidad, pisó en muy pocas ocasiones esa misma vivienda al decidir mudarse a Rusia.
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