El pasado 26 de octubre, El Español sorprendía con la noticia de la separación entre la presentadora Carlota Corredera y su marido, Carlos de la Maza, tras once años de matrimonio. Este anuncio sorprendió a todos, ya que la pareja siempre había mantenido una relación estable y discreta, caracterizada por el respeto y la comprensión mutua. Según informó el medio, la decisión de separarse ha sido completamente amistosa y no involucra a terceras personas. Para ambos, el bienestar de su hija Alba, de nueve años, sigue siendo la prioridad.
La propia Carlota Corredera confirmó sobre la noticia a través de un comunicado en su cuenta de Instagram, donde solicitó respeto por el proceso que atraviesan, especialmente en lo que respecta a su hija. “Carlos y yo ya no somos pareja, pero siempre seremos familia. Nuestra prioridad es el bienestar de nuestra hija, menor de edad, por lo que pedimos el máximo respeto y protección para ella en estos momentos tan delicados. Gracias”, compartió la presentadora de manera breve y concisa, dejando claro que desean manejar la situación desde la privacidad y sin conflictos públicos.
Corredera y De la Maza, quienes se conocieron trabajando en el programa de televisión Sálvame, formalizaron su relación en 2013 en una boda íntima, rodeados de familiares y amigos cercanos. Durante estos años, han preferido mantener un perfil reservado, lejos de los escándalos mediáticos, y parece que han decidido afrontar su separación con el mismo enfoque de discreción y madurez. A pesar de la complejidad de la situación, su compromiso de preservar la armonía familiar sigue siendo inquebrantable.
Sus compromisos profesionales
La separación de la pareja tiene también implicaciones en el ámbito profesional. Desde finales de 2021, Carlota y Carlos comparten la administración de Alalba Audiovisual S.L., una empresa dedicada a la creación de contenidos audiovisuales con impacto social, según reveló Vanitatis. Ambos son socios al 50%, lo cual añade un componente adicional en el proceso de desvinculación. Fuentes cercanas a la pareja han confirmado que la productora ha sido un proyecto exitoso y que hasta ahora no ha enfrentado dificultades, lo cual sugiere que podrían mantener este vínculo a pesar de su separación.
Además de su empresa, el hasta ahora matrimonio también posee en conjunto una vivienda en Pozuelo de Alarcón, en la Comunidad de Madrid. Se trata de una casa de tres plantas con una distribución amplia y cómoda que incluye un gimnasio en el sótano, cocina y salón en la planta baja, y varias habitaciones en el piso superior. La propiedad, al igual que la empresa, pertenece en partes iguales a Carlota y Carlos, por lo que deberán tomar una decisión sobre su destino.
Para ambos, las opciones podrían incluir la venta de la casa y el reparto de las ganancias, o bien que uno de ellos adquiera la parte del otro. Este mismo esquema es aplicable a la empresa que comparten. Aunque no se han anunciado públicamente las decisiones finales, todo apunta a que la pareja logrará un acuerdo amistoso, manteniendo la misma armonía y respeto con la que han llevado su vida en común.