Cómo saber si los resultados de mi analítica están bien: guía para entender los resultados de un análisis de sangre

Estos son algunos de los componentes principales en una analítica

Imagen de archivo de una analítica de sangre (Imagen Ilustrativa Infobae)

El análisis de sangre es una de las pruebas más comunes dentro de la sanidad pública española. Este procedimiento ayuda a los médicos a detectar problemas varios de salud, desde infecciones leves hasta enfermedades más graves, y son esenciales para evaluar el estado de salud de las personas.

Sin embargo, su interpretación es compleja y no todo el mundo es capaz de entender las letras y números varios que componen la hoja de resultados. Aunque siempre es recomendable que sea un profesional médico quien interprete los valores obtenidos tras un análisis de sangre, son muchos los interesados en comprender por ellos mismos lo que ocurre en su organismo.

De forma general, las pruebas generalmente más solicitadas son el hemograma y algunas determinaciones de bioquímica sanguínea. En los resultados, se indicará si los resultados para apartado son irregulares o si se encuentran dentro de los parámetros aceptables. El doctor Simón Pardiñas cuenta en su perfil de TikTok lo que se debe conocer antes de leer una analítica de sangre.

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El hemograma

El hemograma es la prueba en la que se evalúan las células de la sangre. En este apartado, se encontrará información sobre glóbulos rojos y glóbulos blancos. Respecto a los glóbulos rojos, la analítica dirá:

  • Hematíes: es, en definitiva, el recuento de glóbulos rojos. Según explica el doctor Simón Pardiñas en su perfik de TiikTok, sus valores deben estar entre 4,5 y 5 millones por milímetro cúbico.
  • Hemoglobina: es la proteína de los glóbulos rojos, encargada de transportar la sangre. Sus valores deben ir entre los 13-18 gramos por decilitro.
  • Hematocrito: es el porcentaje de glóbulos rojos en sangre. Los valores deben estar al 41-50%.
  • Volumen corpuscular medio: indicado la mayoría de las veces como V.M.C, este dato refleja la medida del tamaño promedio de los glóbulos rojos, que debe estar entre los 80 y los 100 fl (femto litros) en adultos. “Es útil para diagnosticar tipos de anemia”, explica Pardiñas.
  • Hemoglobina corpuscular media (H.M.C): es la cantidad promedio de hemoglobina por glóbulo rojo (26-32 pg).
  • Concentración de hemoglobina corpuscular media (C.H.C.M): indica la concentración promedio de la hemoglobina en un volumen dado de glóbulos rojos. Los valores deben ir entre los 31-36 gramos por decilitro.
  • Distribución del tamaño de los glóbulos rojos (RDW): mide la variabilidad en el tamaño de los glóbulos rojos. Irá del 0 al 16%.

Pasando a los glóbulos blancos, esta es la información que pude revelar la analítica:

  • Neutrófilos: es el tipo más común de glóbulos blancos y, según Patiñas, “juegan un papel crucial en la defensa contra infecciones”. Los valores normales deben ir en el rango de 40-74%.
  • Leucocitos: estas células forman parte del sistema inmune y “son importantes para la respuesta inmunitaria específica del cuerpo”, explica el doctor. Los valores normales deben ir en el rango de 19-45%.
  • Plaquetas: intervienen en la coagulación. la analítica puede medir el volumen plaquetario medio, que se usa para diagnosticar algunas enfermedades. Los valores normales deben ir en el rango de 0 a 11 fL.

Bioquímica sanguínea

Analítica de sangre (AdobeStock)

La bioquímica sanguínea ofrece otra dimensión de información.

  • La glucosa es esencial para la energía del cuerpo, y sus niveles anormales pueden indicar hipoglucemia o diabetes.
  • La creatinina es un marcador del funcionamiento renal, mientras que la bilirrubina refleja el metabolismo de la hemoglobina y puede elevarse en casos de problemas hepáticos.
  • La albúmina y las proteínas totales son indicadores del estado nutricional, y sus niveles pueden variar por diversas razones, desde problemas de absorción hasta enfermedades específicas.

El análisis también evalúa los iones como sodio, potasio y cloro, que son vitales para múltiples funciones corporales. Descompensaciones en estos niveles pueden derivar en patologías serias. La función hepática se mide a través de enzimas como la gamma-glutamil transferasa (GGT), que puede indicar daño hepático si sus niveles son altos. Además, el metabolismo del hierro y el lipídico son evaluados para detectar deficiencias o excesos que puedan afectar la salud.

Finalmente, la hormona TSH, producida por la hipófisis, regula la función tiroidea. Niveles anormales de TSH pueden indicar disfunciones en la tiroides, lo que requiere atención médica.

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