Ester Expósito vuelve a ser tendencia. Esta vez por su discurso en los premios Harper’s Bazaar. La actriz de El Llanto asegura estar “cansada y muy cabreada”. Y no es para menos, la joven lleva días siendo el centro del debate en las redes sociales. Y es que su aparición en el programa de La Revuelta ha hecho que todo el mundo opine sobre su aspecto físico.
“Hoy quiero ser yo la que señale a esas personas y les diga que lo que hacen no está bien. No se opina, y menos públicamente, sobre el físico de otra persona. Y menos todavía si no tienes ni idea de lo que estás hablando”, decía. “Resulta que llevo leyendo la estupidez de que me he realizado como 50 cirugías y retoques estéticos en la cara desde que tengo 19 años. Y me pregunto cuánto tiempo más voy a seguir leyéndolo. Ahora lo último es el que, al parecer, me he rellenado la cara, me la he estirado con bótox o no sé qué más”, ha agregado.
Esta es sólo un ejemplo de las cientos de polémicas a las que Expósito ha tenido que hacer frente. De este modo, el mantenerse firme en algunos de sus ideales ha sido clave para no caerse a lo largo del camino. En este modus operandi se encuentra el trabajar con dedicación, elegir proyectos que realmente la inspiran y regresar cada verano a su refugio en Lugo: Vivero.
Qué ver en Vivero: un paseo por la localidad
Ubicado en la costa de Lugo, Vivero es la fusión perfecta entre historia, arquitectura y naturaleza, lo que la convierte en un destino ideal para quienes buscan conocer la riqueza cultural y paisajística de Galicia. Además, un paseo por la localidad permite emprender un viaje en el tiempo.
Y es que el resto histórico de Vivero conserva restos de sus antiguas murallas medievales y varias de las puertas originales, como la Porta da Vila y la Porta do Valado, que ofrecen un viaje al pasado y marcan la entrada a un casco antiguo lleno de encanto. Aquí se puede visitar la Iglesia de Santa María del Campo, un templo gótico de gran belleza arquitectónica, y la Plaza Mayor, un espacio perfecto para disfrutar del ambiente local.
Además, un paseo por Vivero invita a recorrer sus pintorescas plazas y callejuelas gremiales, como las de Zapatería, Ferreiros o Pescadería, donde la historia se percibe en cada rincón. Al cruzar el Puente de la Misericordia y sus característicos arcos sobre el río, los visitantes conectan con dos emblemas locales: la Puerta de Carlos V y la Capilla de la Misericordia. En el camino, es posible admirar las tradicionales casas con balconadas y galerías acristaladas, que se reflejan en la ría. Entre los imprescindibles del recorrido están la Iglesia de Santa María del Campo y la de San Francisco, ambas joyas arquitectónicas que completan el encanto de esta localidad gallega.
El mirador de San Roque
El Mirador de San Roque se presenta como una parada imprescindible para quienes buscan disfrutar de una vista panorámica de Vivero. Desde aquí se domina tanto la ciudad como la ría y la costa circundante, en una estampa única de la geografía gallega. Junto al mirador se encuentra la Ermita de San Roque, un pequeño templo rodeado de zonas verdes, ideal para hacer una pausa, relajarse y disfrutar de un picnic con vistas incomparables.
Cómo llegar
Para llegar a Vivero desde Lugo en coche, el trayecto comienza tomando la N-640 hacia el norte, en dirección a Vilalba. Tras unos 30 minutos se hará necesario incorporarse a la A-8 (Autovía del Cantábrico) en dirección a Viveiro/Ribadeo, donde se permanecerá hasta la salida LU-540, que conecta directamente con Vivero. La duración aproximada del trayecto es de 1 hora y 20 minutos.