En Pekín Express la tensión crece por momentos y el cansancio ya comienza a azotar a los concursantes que no dejan de dormir en el suelo, o incluso en mesas, de los hogares vietnamitas. Además, tras la expulsión de Las Místicas, Miriam Díaz-Aroca y María Grant, el pasado domingo, los nervios empiezan a surgir al apreciar que la aventura puede acabar en cualquier momento. No obstante, esta semana los aspirantes se enfrentarán a un nuevo hándicap que retrasará aún más su carrera hacia la bandera.
Tras ganar la prueba anterior, Los Cuñis decidieron que la penalización de cinco minutos la recibieran Les Políglotes, por declararlos de nuevo como su rival más fuerte. Algo que no les hizo nada de gracia a ellos al recibir esta desventaja un día más y considerar que hay otras parejas, como Canco y David, que han sido más fuertes en la etapa anterior. Y, de hecho, esta penalización les ha jugado una mala pasada.
Y es que, para conseguir firmar el libro rojo, donde las cuatro primeras parejas han podido jugar la inmunidad, han tenido que llegar a la plaza principal de Hung Lo. Una vez en ella, los concursantes se han remangado para convertirse en cocineros de “uno de los mayores tesoros del mundo, sus noodles”. Según cuenta la leyenda, el rey Hung se detuvo aquí a descansar durante una excursión. Y se percató de que en este lugar había aire sagrado que se elevaba desde el suelo. Por lo que lo consideró un lugar espiritual. Para ello, han aprendido a preparar la masa, la han metido en la máquina que les ha dado forma y, después, han dejado secar diez palos llenos de estos noodles al sol.
Una vez finalizada la primera misión, las parejas se han desplazado hacia un cruce “impronunciable” en el que se disputaban la inmunidad. Y finalmente, en el libro rojo han firmado Los Cuñis, Las Sincronizadas, Los Imanes y Los Pichichis, quedando así fuera de la posibilidad de avanzar un escalón más automáticamente para Los Emocionaos y Les Políglotes. Sin embargo, el juego de la inmunidad no ha sido nada fácil y, subidos a un palo y equipados únicamente de un saco, se han enfrentado entre ellos hasta salir victoriosos la novia y el hermano de Dulceida.
Gracias a ello, ambos se han trasladado directamente a la meta de la próxima misión, descansando esa noche en un hotel y disfrutando del Bach Long, el puente de cristal más largo del mundo. No obstante, en el momento de dar salida al próximo destino, también ha entrado en juego el handicap y Miguel Ángel Muñoz les ha presentado la bandera negra. “Puede hacer que vuestro destino cambie en un segundo”, ha explicado el presentador. Y es que se trataba de una representación del juego de la patata caliente, de forma que a lo largo del recorrido pueden pasársela entre ellos y quien finalice con ella retrasará su posición un puesto en el orden de llegada.
El futuro de Los Pichichis, en juego
De nuevo, Álex y Alba han sido los encargados de otorgarla a uno de sus contrincantes, y en esta ocasión ha recaído sobre Gemma y Gisela. A lo largo de la misión, la bandera ha sido tocada por la mayoría de parejas, ha dormido con Canco y David y ha finalizado en las manos de Octavi y Alicia. Sin embargo, estos últimos han decidido apostar todo por conseguir una buena posición y no perder tiempo en dársela a otros compañeros.
De esta manera, habiendo pasado por un mercado en el que han probado un místico té elaborado por un chamán que incluye “algunas de las plantas más amargas que existen: balsamina, brotes de papaya y hierva de la inmortalidad”, los participantes han llegado a Ham Rong. Una montaña con forma de cabeza situada cerca del centro de la ciudad de Sa Pa City y que ha dejado finalmente a Los Pichichis en la cuerda floja. Gonzalo y Ángel se deben al sobre negro que ha sido custodiado por Los Cuñis durante toda la prueba, tras quedar en el último lugar por detrás de Los Imanes, Los Emocionaos, Les Políglotes y Las Sincronizadas. La próxima semana, conoceremos si continuarán concursando en Pekín Express.