El déficit de sanitarios se agrava: Enfermería espera 50.000 jubilaciones en 10 años

La profesión enfermera espera que haya unas 50.000 jubilaciones en los próximos diez años, un número que agravará más si cabe el déficit de profesionales que enfrenta el sector. La Radiografía de la Profesión Enfermera, elaborada por el Consejo General de Enfermería (CGE), calcula que España necesita cerca de 123.000 enfermeras para llegar a la media del número de profesionales que tienen los países europeos.

Actualmente, existen en España 306.000 enfermeras, con una ratio de 6,3 enfermeras por cada mil habitantes, un número que queda lejos de las cifras de la UE (8,83 enfermeras). “En nuestro país vivimos desde hace años una grave escasez de enfermeras, que no deja de aumentar, con grandes desigualdades entre las distintas regiones. Esto está propiciando que los ciudadanos no tengan acceso a todos los cuidados enfermeros que necesitan”, ha valorado el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.

Las desigualdades a nivel territorial son claras: algunas comunidades como Madrid (6,58 enfermeras por mil habitantes) y Extremadura (7,07) superan la media española, mientras que otras, como Andalucía (5,52), Galicia (5,13) o Murcia (4,80) se quedan bastante por debajo. Tan solo la Comunidad Foral de Navarra es capaz de equipararse a los estándares europeos: cuenta con 8,86 profesionales por cada mil habitantes. Para Pérez Raya, esta disparidad “está poniendo en riesgo la seguridad de los pacientes, pues numerosos estudios han demostrado que la atención a un número excesivo de pacientes incrementa el riesgo de mortalidad y morbilidad. Pero no sólo eso, sino que además esto incide sobre la salud mental de las propias enfermeras”.

A la falta de profesionales se añadirá la jubilación de unas 50.000 enfermeras en los próximos 10 años. El CGE registra 49.791 enfermeras de
entre 55 y 64 años de edad, muy próximas a su jubilación. D ellas, unas 10.000 trabajan en Andalucía, una región especialmente afectada por la escasez de estas sanitarias. En el resto de comunidades, Madrid tiene un total de 72.323 enfermeras que se jubilarán próximamente, mientras que Cataluña perderá a 8.085. A estas le siguen Castilla y León, con 3.628; País Vasco con 3.322; Comunidad Valenciana, con 2.947; Galicia, con 2.197; Extremadura, con 1.700; Canarias con 1.741 o Aragón con 1.670.

Para revertir el problema, sería necesario invertir “en formación, en crear nuevas plazas en las universidades, en retener el talento para que no se marche fuera de nuestras fronteras, en lograr recuperar a los que se han marchado fuera…”, según el secretario general del CGE, Diego Ayuso. Actualmente, la educación universitaria parece insuficiente, según el CGE: en el curso 2023/24 entraron 10.532 nuevos estudiantes al grado de Enfermería, pese a que 43.871 personas solicitaron entrar. Mientras, en el 2022/23, se graduaron un total de 11.593. “El problema no es de demanda, es de oferta, que es insuficiente”, sentencia Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera.

Los graduados encuentran, al salir, una tasa de paro ligeramente superior al 1%, pero el mundo laboral se caracteriza por una alta precariedad. “Viven enlazando contratos, muchas veces de días e incluso por horas, ven cómo su vida personal se ve afectada y les resulta casi imposible conciliar. Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo”, relata Pérez Raya.

Aquellos que desean especializarse tampoco tienen demasiadas opciones: entre 2016 y 2025, se han abierto un total de 15.313 plazas para la Formación Sanitaria Especializada de Enfermería, el EIR. Pese a que los números aumentan año a año (de 968 plazas en 2016 a 2.171 en 2025), la mayoría se limitan a cuatro grandes comunidades autónomas y su aplicación posterior es más limitada si cabe. La mayoría de las regiones reconocen una categoría de especialista general y en ninguna se publican ofertas para las siete especialidades de Enfermería reconocidas. Todavía hoy, Castilla y León, País Vasco y Cataluña no recogen ninguna categoría de enfermera especialista.