Despedirse de un familiar para siempre nunca es fácil. Puede ser de los peores momentos que experimente una persona a lo largo de su vida. Saber que ya no podrás volver a ver a esa persona nunca más. Por eso, la costumbre de un último día de despedida, de velatorio, se retoma a tanto tiempo atrás. Poder decir adiós a un familiar o un amigo una última vez puede resultar un consuelo para muchos.
No obstante, imagina que por un error de papeleo las identidades se cambian, y la persona de la que uno se va a despedir resulta no ser esa, y que por desgracia, el que tenía que ser velado no lo podrá ser porque ha sido incinerado. Eso es lo que ha sucedido en Cádiz, donde dos cadáveres han sido confundidos, y uno de ellos, al que su familia quería enterrar, fue incinerado.
El hombre incinerado ha muerto presuntamente por circunstancias naturales. A pesar de que su familia resida en una localidad malagueña en la zona de Barbate, el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina en Cádiz para que le fuera practicada la autopsia. Después iba a ser enterrado en el Cementerio de Málaga (Parcemasa), según han informado desde Canal Sur.
Investigación abierta
Los dos cadáveres llegaron al Instituto de Medicina Legal (IML) de Cádiz, pero las identidades se intercambiaron y un malagueño que se iba a enterrar ha terminado siendo incinerado, mientras que los restos de una mujer que tenía que ser incinerada casi acaba siendo velada por unos desconocidos en Málaga.
Aún no se ha podido aclarar si los cadáveres llegaron al IML con una identificación errónea o fue en el anatómico forense donde se pudieron intercambiar sus nombres, aunque todo hace apuntar a que haya podido ser esta última hipótesis ya que ni siquiera coincidían en el sexo.
Por su parte, desde la Junta de Andalucía han “lamentado profundamente lo ocurrido” y fuentes de la Consejería de Justicia han señalado que “es una situación que nunca se debía haber producido”. Además, han pedido disculpas a la familia a través de un comunicado desde la dirección del IML: “Lamentamos muchísimo lo ocurrido que por este error no hayan podido dar la sepultura elegida a su familiar”.
Al respecto, se ha abierto un expediente de información para aclarar lo sucedido por parte de la Delegación de Cádiz, que ya tiene un instructor asignado. Él va a ser el encargado de recopilar todos los datos para esclarecer los hechos y las circunstancias ocurridas en el procedimiento de la entrega de los dos cadáveres. “Desde que llega al IML hasta que es entregado por la funeraria a la familia, y saber qué error o errores se han cometido en la aplicación de los protocolos existentes”.
Desenlace
Las autoridades, con ayuda de las funerarias implicadas y la Guardia Civil, han podido entregar por fin las cenizas del hombre a su familia, mientras que han devuelto a la mujer al IML para su incineración y entrega.
Más allá de la tremenda confusión, el problema es que los allegados del hombre no han podido velar el cadáver y tenían contratada una sala en el tanatorio del propio cementerio donde querían haberlo enterrado.
Por su parte, desde el IML han recordado a todas las funerarias con las que trabajan la necesidad de ajustarse al protocolo establecido para la identificación de cadáveres, que también será revisado para que esta situación no vuelva a suceder.