En España, la ley que regula las pensiones de viudedad es igual para hombre y mujeres: se considera vitalicia, pero se extingue en el caso de que el beneficiario vuelva a casarse o forme una nueva pareja de hecho. Hay excepciones que permiten mantener esta pensión, como la edad, la discapacidad o la dependencia económica de esta prestación. Sin embargo, en Suiza el cobro de la pensión de viudedad es desigual para hombres y mujeres, lo que provocó la indignación y denuncia de un ciudadano. La sentencia de este caso ha causado un cambio en la ley.
La legislación actual suiza dictamina que las viudas tienen derecho a una pensión vitalicia, incluso si no tienen hijos a su cargo. Por el contrario, los viudos verán extinguida esta prestación cuando su hijo menor alcance la mayoría de edad. Este trato desigual llevó a un ciudadano de Appenzell Rodas Exteriores a apelar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), ya que perdió su pensión de viudedad cuando su último hijo cumplió los 18 años.
La sentencia que cambió la ley
En 2022, el TEDH confirmó que sí existía un trato desigual. Desde entonces, Suiza está llevando a cabo una transición para conceder también a los hombres viudos con hijos una pensión vitalicia, al igual que ocurre en el caso de las mujeres. El Consejo Federal, en un comunicado de prensa, expresó que la norma actual “todavía se basa en una distribución tradicional de las pensiones”, es decir, que tiene que ver con los roles entre hombres y mujeres: la dependencia histórica del sexo femenino provocaba que las mujeres fuesen consideradas como más necesitadas de esta prestación en caso de fallecimiento del cónyuge. Sin embargo, las estructuras familiares están evolucionando, por lo que el Gobierno suizo quiere adaptar las pensiones de viudedad a este cambio.
Esta prestación vitalicia es únicamente transitoria: a la espera de reformar el sistema de las pensiones, se ha querido nivelar la situación de los hombres a la actual de las mujeres; sin embargo, la idea es que finalmente el cambio se produzca a la inversa y sean las mujeres las que pasen a percibir su pensión de viudedad dependiendo de la edad del último hijo, que pasará de 18 a 25 años. El pago se ampliará en el caso de cuidar a un hijo con discapacidad, dando derecho a bonificaciones por tareas de asistencia de AVS. De esta manera, la ayuda de supervivencia estará nivelada, independientemente del sexo y el estado civil.
Sin embargo, se prevé que las personas de 55 años o más cuando la reforma entre en vigor continuarán recibiendo las pensiones según el régimen actual, mientras que los menores de 55 dejarán de tener este derecho dentro de los dos años siguientes a la entrada en vigor de la modificación, salvo que todavía tengan hijos a su cargo.
El Consejo Federal afirma que se debe tener en cuenta la existencia de “personas amenazadas de inseguridad debido a la viudedad o a situaciones difíciles relacionadas con la edad”, pero que “fuera de estos periodos delicados, ya no está justificado pagar rentas vitalicias, sin tener en cuenta la situación financiera del asegurado”. Si esta medida entra en vigor en 2026, se podrán reducir los gastos del seguro de vejez y supervivientes (AVS) en unos 350 millones de francos hasta 2030, incluyendo 70 millones de ahorro para la Confederación Suiza.