Ver a un animal sufrir es demoledor para sus dueños y muchas veces tratarlos no es sencillo, especialmente sin formación. En ocasiones, el dolor puede pasar desapercibido, especialmente entre los perros, que pueden soportarlo sin quejarse. Por ello, es esencial estar atentos ante cualquier cambio en su comportamiento.
Cuando los dueños se dan cuenta de que su mascota está sufriendo, es normal que busquen un alivio rápido. Algunas personas deciden apostar por los medicamentos que ellos conocen y saben que funcionan, como el ibuprofeno, el paracetamol u otros analgésicos. Aunque las intenciones son buenas, estos medicamentos no están hechos para mascotas, son tóxicos para ellos y pueden llegar a poner a tu perro o gato en serio peligro. La automedicación siempre es peligrosa, tanto en humanos como en animales, pero si encima se mezclan fármacos que no están hechos para la especie, el resultado puede ser grave e incluso mortal.
La doctora veterinaria Anna Schozer explica en sus redes sociales los efectos que tienen estos fármacos en los perros. “Dependiendo de la dosis que reciba tu mascota, pueden padecer desde úlceras estomacales, vómitos y diarreas hasta fallos renales y signos neurológicos”, expresa la especialista en animales.
Es importantísimo que si tu mascota ha consumido estos medicamentos, de forma accidental o por desconocimiento, acudas cuanto antes al veterinario. En esos casos, según cuenta Schozer, “el veterinario puede recomendar inducir el vómito, carbón activado, hacer un análisis de sangre, hospitalizarlo y darle muchos, muchos, muchos fluidos y medicamentos gastrointestinales. Según respondan, pueden estar en el hospital de 1 a 3 días”.
Consecuencias mortales: “Casi mato a mi perro”
El error puede salir mucho más caro, tal y como recuerda Joleene. “Casi mato a mi perro”, afirma, asustada todavía en un vídeo en su perfil de TikTok. “Sé que suena dramático, pero es cierto. No me juzguéis, no seáis bordes, no puedo saberlo todo”, expresa la mujer de 52 años.
Según narra la estadounidense, su perro salchicha llevaba días con dolor, motivo por el que decidió darle un ibuprofeno, pero claramente no le sentó bien. “Intenté hacerle vomitar dándole peróxido de hidrógeno, pero no lo conseguía”, relata. Finalmente, terminaron en el veterinario. “Le dieron carbón activado y pudo sacárselo de la tripa. Me siento tan estúpida...”, comenta.
Por suerte, el perro de Joleene ha sobrevivido al susto, pero este no es siempre el resultado, advierte el doctor Cossia. El argentino recuerda el día que le llegó un animal “con un vómito de sangre, totalmente en un estado crítico”. Pese al trato del veterinario, el perro terminó falleciendo. “Se nos murió por el ibuprofeno”, asegura. Por eso, insiste: “Todos tenemos un veterinario y le podemos preguntar por teléfono si queremos dar algún medicamento para ver si verdaderamente estamos en lo correcto o no. A nadie como profesional nos va a costar decirle desde el teléfono ‘Ibuprofeno no, no se lo den’”.
¿Qué se le puede dar a un perro para el dolor?
Teniendo claro que el ibuprofeno y el paracetamol nunca son una opción, lo más recomendable es acudir al veterinario para que trate los problemas de tu animal.
Existen para tratar a las mascotas medicamentos antiinflamatorios adaptados para ellos, como el carprofeno, el robenacoxib, firocoxib o el meloxicam. Solo un especialista debe determinar qué medicamentos o tratamientos son apropiados para aliviar el dolor de un perro y su intervención temprana puede prevenir complicaciones y mejorarla calidad de vida de tu mascota.