Qué ocurre cuando te paran por un control de alcoholemia y das positivo

El Gobierno planea bajar la tasa de alcohol en sangre del 0,5 al 0,2 para todos los conductores

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Un agente de la Policía Foral realiza la prueba de alcoholemia a un conductor en una imagen de archivo. (Europa Press)
Un agente de la Policía Foral realiza la prueba de alcoholemia a un conductor en una imagen de archivo. (Europa Press)

Bajo los efectos del alcohol se cometen muchos más errores al volante, y la toma de decisiones se vuelve más lenta. Esta sustancia produce alteraciones en el comportamiento y afecta a casi todas las capacidades psicofísicas necesarias para desarrollar una conducción segura, por eso, los controles de alcoholemia son una imagen constante en nuestras carreteras. Le puede tocar a cualquier conductor, a cualquier hora y en cualquier carretera.

La Dirección General de Tráfico (DGT) señala que, entre los distintos motivos para realizar controles, el preventivo es el más habitual. Cuando los agentes de la Agrupación de tráfico de la Guardia Civil detectan síntomas de conducción alterada en un conductor, le realizan la prueba y le informan sobre el procedimiento y las posibles consecuencias de un positivo y de negarse a realizar la prueba. Pero, ¿cuáles son las consecuencias?

Qué pasa cuando se da positivo

Cuando el resultado de la prueba de alcoholemia sea positivo, los agentes de la Guardia Civil impedirán que el conductor continúe con el trayecto. Una vez pasados diez minutos, se realizará una segunda prueba. Una vez se tenga el resultado de la segunda prueba de alcoholemia, y que en caso de que sea positiva, se podrá solicitar una tercera prueba. En este caso, las partes deberán trasladarse al centro médico u hospital más cercano donde se decidirá que prueba es la más acertada.

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No obstante, si las dos partes aceptan la segunda prueba y es positiva, el conductor deberá continuar con el viaje por otros medios. De este modo, tendrá que ser un acompañante que cuente con carné de conducir o una persona que acuda al lugar, la que movilice el vehículo. En caso de que no pueda recurrir a una tercera persona, será la grúa la que lleve el vehículo hasta un lugar acondicionado para que sea posteriormente recogido.

Sin embargo, al dar positivo, también existe la posibilidad de ser detenido por la infracción. Para determinar la legalidad de esta acción, se considerarán varios factores, entre ellos, si la detención es procedente, ya que podría afectar los derechos fundamentales de la persona. La decisión recae en los agentes, quienes determinan si procede la detención. Estas detenciones suelen ocurrir cuando hay indicios de que el conductor no se presentará ante el juez.

El Gobierno planea bajar la tasa de alcohol en sangre

El Gobierno ha asumido como propia la propuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) y estudia llevar al Congreso una iniciativa para rebajar la tasa de alcohol en sangre permitida, pasando de los actuales 0,5 para los particulares y 0,3 para los profesionales al 0,2 para todos los conductores. En este sentido, desde Interior han asegurado que el Ejecutivo está preparando un real decreto para reformar el Reglamento General de Circulación con el fin de mejorar la protección de los usuarios vulnerables en las carreteras, en el que también se incluye una modificación de su artículo 20, el cual regula la tasa de alcoholemia.

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