La respuesta del propietario de un restaurante a la reseña de una cliente: “Esto es una puñalada trapera”

La reseña denunciaba un error en una comanda, pero el local hizo todo por cambiar el producto, sin que ella aceptase ese reemplazo

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Una camarera en un restaurante. (Pexels)
Una camarera en un restaurante. (Pexels)

La hostelería es uno de los sectores que más sufre en el ámbito laboral en todo el mundo. Es un empleo que requiere de mucho esfuerzo y de muchas horas de trabajo de cara al público, a menudo a cambio de bajos salarios. Y estar de cara a los clientes supone exponerse a comentarios y críticas de clientes que no siempre tienen la razón. Hay veces en las que, a pesar de ofrecer un buen servicio y un notable producto, la gente va a poner reseñas que pueden ‘manchar’ el negocio. Una de las prácticas más recurrentes es la de subir opiniones sobre los locales debido a un error humano, que todo el mundo puede tener, aunque luego se ofrezca ayuda o se intente subsanar ese infortunio. Este último ha sido el caso que ha expuesto la cuenta de Soycamarero en redes sociales.

En esta anécdota, el cliente del restaurante salió defraudado con el local y decidió subir un mensaje a Google Reviews, donde muchas personas entran para ver la calidad de los lugares antes de acudir a comer o tomar algo. Estos comentarios críticos causan mucho daño a los hosteleros, que ven cómo sus ingresos pueden disminuir si la gente que los lee decide no acudir a sus negocios.

El mensaje al detalle y la respuesta del local

Para comenzar la reseña, la afectada comienza con una descripción de lo sucedido: un error en la comanda de una bebida. El visitante pidió una infusión, pero por equivocación le entregaron algo diferente. Ante ese hecho, la clienta expone que desde el negocio le pidieron perdón y le propusieron un cambio en reiteradas ocasiones. “Te piden disculpas, y me sugieren cambiarla, varias veces”, se lee en su texto.

Hasta aquí todo bien, ya que se puede ver cómo ante un error el sitio responde de forma educada y ofrece soluciones. Ante esa propuesta, ella dice “no hace falta”, por lo que la empresa acepta su respuesta sin mayores problemas. Cinco minutos más tarde, según el escrito, un trabajador le lleva la cuenta, en la que se incluye esa bebida, al precio de un euro. “Por un euro, el mal sabor de boca que me han dejado”, comenta. “Ni ellos se hacen ricos ni yo pobre, detallitos que dicen mucho”, añade la clienta.

Como era evidente, la respuesta del local no se ha hecho esperar. Desde el negocio han contado su versión, que conecta con la que ella explicó, pero con más detalles que ella dejó pasar. En primer lugar, empiezan con el sentimiento que tienen tras lo ocurrido y el mensaje: “Esto es una puñalada trapera”.

Camarera. (Pexels)
Camarera. (Pexels)

Tras ello, le seguía la explicación: el restaurante comentó que la chica había estado durante 45 minutos en las instalaciones, sin consumir nada además de esa bebida, una infusión que tenía un valor superior a un euro, pero que por cortesía, debido al error, no se le cobró por completo. “No entiendo que nos dé una cara y después quiera una consumición gratis”, desarrollan. “Se le insistió cuatro veces en cambiárselo”, añaden, para después concluir con: “En fin, hay gente para todo”.

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