Qué pasa si te dejas la vitrocerámica encendida

Un despiste puede hacernos olvidar el último paso de cada receta: apagar el fuego. Las consecuencias de este descuido pueden ser muy graves

Vitrocerámica (Shutterstock España)

No hace falta hacer grandes obras culinarias para hacer de la vitrocerámica uno de los electrodomésticos más utilizado de casa. La comida es una necesidad básica y prepararla en la vitro es una de las vías más rápidas. Por lo que su uso habitual es de más de una vez al día.

Ahora bien, ir con prisas en la cocina es algo frecuente. Muchos se acercan a ella para freír unos filetes y cocer una pasta para comer en menos de media hora y salir rápidamente a cumplir con sus obligaciones personales y laborales. También están los que hacen la cena en el menor tiempo posible después de un largo día, con unas ganas incontrolables de descansar en el sofá.

En este tipo de escenarios la posibilidad de fallar es alta. Un despiste puede hacernos olvidar el último paso de cada receta: apagar el fuego. Es común que los modelos más modernos dispongan de un sistema de seguridad que apague la vitrocerámica de forma automática. Sin embargo, cuando no es así, el sistema permanecerá encendido hasta que se apague de forma manual. Así pues, la gravedad de las consecuencias de este descuido dependerá de cada situación.

Read more!
Vitrocerámica (Shutterstock España)

Estas son las consecuencias de dejarte la vitrocerámica encendida

Las vitrocerámicas modernas suelen contar con sistemas de apagado automático, que se activan después de un periodo sin uso, que generalmente suele ser de entre diez y quince minutos. Sin embargo, en caso de que una vitrocerámica permanezca encendida por más tiempo, es importante verificar si dispone de este mecanismo de seguridad. Si el dispositivo no cuenta con apagado automático, existe el riesgo de sobrecalentamiento y, en consecuencia, realizar un consumo eléctrico excesivo.

Si se deja una vitrocerámica encendida accidentalmente y esta no se apaga sola, continuará funcionando hasta que alguien la apague manualmente. Si no hay recipientes sobre la superficie ni objetos inflamables cercanos, el principal inconveniente será el consumo de electricidad. No obstante, el riesgo aumenta si se deja una olla o sartén sobre la placa, ya que, de no apagarse, podría quemarse el contenido, dañar el recipiente y en los peores casos provocar un incendio.

Un riesgo adicional ocurre si se deja una olla con agua hirviendo sin supervisión. En este caso, si la olla se recalienta y el agua se desborda, podría provocar un cortocircuito y en consecuencia un incendio, además de daños a la vitrocerámica. Asimismo, dejar trapos u otros objetos inflamables cerca de la superficie de la cocina puede ser peligroso, ya que el calor residual podría provocar que se inflamen, aumentando el riesgo de un siniestro.

Receta de gazpacho manchego, un guiso tradicional a base de carne y tortas que tiene un origen romano.

Ante esto, para prevenir posibles riesgos es importante comprobar que se ha apagado la vitrocerámica una vez se ha terminado de cocinar. Así pues, se recomienda verificar visualmente que no haya luces encendidas en el panel de control y tocar la superficie para confirmar que no esté caliente. Si el modelo lo permite, también es aconsejable activar el bloqueo de seguridad. Por último, lo mejor es revisar la cocina antes de salir de casa, para asegurar que todos los electrodomésticos estén apagados.

Read more!